Medio Ambiente

El cambio climático provoca que la desaparición de especies se acelere

"Es como barajar una baraja de cartas, y el cambio de temperatura actual la está barajando cada vez más rápido", según la profesora Malin Pinsky

Un estudio señala que la diversidad genética disminuye en el mundo, pero ve esfuerzos que ayudan a mantener las especies
Un estudio señala que la diversidad genética disminuye en el mundo, pero ve esfuerzos que ayudan a mantener las especiesEuropa Press

Un equipo científico internacional, con participación de personal investigador de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, ha acometido un estudio que revela que se está perdiendo diversidad genética en todo el planeta, pero también indica que los esfuerzos de conservación están ayudando a salvaguardar las especies. Los cambios térmicos debidos al cambio climático se asemejan a una baraja de cartas y tienen un impacto doblemente perjudicial, porque no solo desestabilizan las poblaciones de animales, sino que los impactos se aceleran a medida que las temperaturas cambian más rápidamente. Así lo apunta un equipo de diez investigadores pertenecientes a instituciones de Alemania, Estados Unidos, Finlandia y Reino Unido y publicado este miércoles en la revista "Nature", informa Servimedia.

"Es como barajar una baraja de cartas y el cambio de temperatura actual está barajando esa baraja cada vez más rápido", según Malin Pinsky, profesora adjunta de ecología y biología evolutiva en la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos), quien añade: "Lo preocupante es que, con el tiempo, se empiecen a perder algunas cartas".

Los investigadores apuntan que las alteraciones de temperatura (calentamiento o enfriamiento) impulsan cambios en la composición de las especies en un ecosistema, y que la adaptación del comportamiento y el cambio de las interacciones entre especies no son suficientes para preservar la composición de estas frente a tasas más altas de fluctuaciones térmicas. Los análisis abarcan más de tres décadas (de 1985 a 2019) y 628 especies de animales, plantas y hongos de todos los ámbitos terrestres y la mayoría de los marítimos de la Tierra.

Los impactos del cambio de temperatura a menudo no han sido claros en los ecosistemas terrestres o de agua dulce. Si bien han sido más evidentes y fáciles de medir en las especies oceánicas, las plantas y los animales terrestres se adaptan de maneras más sutiles.

A diferencia de los animales marinos, los que viven en tierra firme pueden desplazarse a menudo distancias cortas para encontrar nuevos lugares que se adapten mejor a sus necesidades de temperatura.

Aunque esto puede mitigar un poco los efectos del cambio de temperatura, la nueva investigación descubre que las criaturas terrestres siguen siendo susceptibles a la desestabilización y el reemplazo debido al cambio en los termómetros.

Los investigadores se centran en las tasas de reemplazo de especies, que se refieren a la pérdida y ganancia de especies a lo largo del tiempo. Si bien esto ocurre de forma natural, descubrieron que la tasa de reemplazo aumenta debido a los cambios de temperatura más rápidos.

Si esa tendencia continúa, podrían perderse especies y los ecosistemas podrían comenzar a deteriorarse, concluye el estudio. Las formas más eficaces de evitarlo son frenar el calentamiento global, preservar paisajes con diversidad de temperaturas y reducir la alteración de los entornos naturales. Los beneficios podrían incluir una vida silvestre más abundante, agua limpia y aire limpio.

"La temperatura afecta a todo, desde la velocidad con la que late el corazón hasta la flexibilidad y porosidad de nuestras membranas celulares; desde la cantidad de alimentos que comen los animales hasta la velocidad de crecimiento de las plantas", indica Pinsky, quien sentencia: "La temperatura es, en muchos sentidos, el metrónomo de la vida", apunta.

Impacto humano

Los investigadores descubrieron que los impactos humanos, como el uso de la tierra, la contaminación y la introducción de especies invasoras, exacerban los impactos del cambio de temperatura en el reemplazo de especies.

Esto posiblemente se deba a que la actividad humana reduce la diversidad de paisajes y aumenta el estrés sobre las especies que ya están cerca de sus límites de temperatura.

Para conservar los ecosistemas y sus beneficios para las personas, los seres humanos pueden ayudar "preservando más hábitats naturales, reduciendo la contaminación y reduciendo la propagación de especies invasoras", según Pinsky, quien concluye: "En el océano, factores como la reducción de la presión pesquera y la protección de los hábitats son importantes y útiles".