Salud
Las tres técnicas con aval científico para quedarse dormido rápidamente
Algunos estudios han conseguido demostrar distintos métodos para lograr descansar adecuadamente
Dormir es uno de los puntos más importantes en nuestras vidas. Un descanso adecuado resulta clave para poder mantener una vida saludable y, además, aporta múltiples beneficios a nuestro organismo como una correcta regeneración neuronal y muscular.
Por ese motivo, descansar de forma correcta también nos ayuda a padecer muchas menos enfermedades o a recuperarnos rápidamente de estas. Cuando sufrimos un constipado, por ejemplo, el sueño resulta muy efectivo para que nuestro cuerpo batalle con los virus y consiga vencerles en menor tiempo.
La falta de sueño y descanso reporta a nuestros organismos muchas debilidades. Además, no reposar de forma eficiente puede y aumenta el riesgo de padecer patologías derivadas de este como una mayor probabilidad de obesidad, estrechamente relacionada con impulsos cerebrales que desean alimentos más calóricos por culpa del mal descanso.
Llegados a este punto, existen ciertas pautas que los expertos destacan para poder tener un sueño de calidad. Aunque se habla desde hace décadas de las famosas 8 horas de descanso las recientes investigaciones han ido perfilando estas con una horquilla de entre 7 a 9 horas para que el sueño sea bueno y efectivo.
Un deportista, por ejemplo, necesita más horas de descanso que una persona sedentaria o que no necesite dormir tanto sin reportar problemas para su organismo. Así, los especialistas también destacan el sueño como uno de los tres ejes básicos para tener una vida saludable junto al deporte y una alimentación sana y equilibrada.
Tres métodos para dormir
Sin embargo, existen muchas personas con problemas de sueño. Los cambios en la sociedad han provocado que el descanso se vea desplazado, aunque es uno de los tres hábitos, junto al deporte y alimentación, necesarios para contar con una vida saludable.
Por este motivo, la ciencia trata de buscar soluciones que ayuden a las personas a descansar de forma adecuada. Así, a continuación, repasamos las tres mejores técnicas avaladas por la ciencia para dormir de forma más sencilla.
La primera es controlar la respiración. Cuando el sueño es reticente suele ser porque nuestra mente está muy ocupada. Por ello, resulta conveniente controlar el ritmo de nuestra respiración. Una buena forma puede ser poner una mano en el pecho y respirar de forma lenta mientras observamos y notamos como esta se ralentiza.
Otro método es tomar un baño caliente antes de acostarnos. Según un reciente estudio, más de un tercio de los investigados durmieron mejor y, además, estuvieron más descansados al día siguiente. Incluso, podemos optar por ponernos calcetines para calentar el cuerpo dilatando los vasos sanguíneos.
Por último, cuando no podemos conciliar el sueño lo que deberemos hacer es salir de la cama. Esta debe ser un lugar para disfrutar y no una tortura. Por ello, si nos cuesta dormir dar un paseo o movernos de lugar hasta que llegue el sueño es lo que debemos hacer, según la Universidad Metropolitana de Toronto, en Canadá
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