Entrevista

«Con el calor es más fácil que se produzcan bajadas de tensión arterial»

"Los ejercicios intensos anaeróbicos o isométricos no son buenos para bajar la presión arterial", asegura a la sección "10 preguntas" el doctor José Ramón Rumoroso, jefe de servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Quirónsalud Vizcaya

Dr. José Ramón Rumoroso
Dr. José Ramón RumorosoQuirónsaludQuirónsalud

1. ¿A qué se debe la hipertensión arterial?

Primero definiremos la hipertensión: la sangre circula por las arterias con un flujo que depende del bombeo del corazón y la tensión arterial se produce por efecto de la fuerza de la sangre que empuja las paredes de las arterias por las que circula. Cuanto más alta es la tensión, más fuerza tiene que hacer el corazón y eso es muy malo. Hay dos posibles causas de hipertensión, una denominada primaria y otra secundaria. La primaria es la más frecuente y no hay una causa identificable. La secundaria se debe a causas corregibles como la presencia de un tumor suprarrenal, la toma de fármacos o drogas, a la apnea obstructiva del sueño, a la enfermedad renal y a algunos defectos congénitos cardiovasculares como la coartación aórtica. En todo caso, aunque no haya una causa clara, existen factores de riesgo que condicionan su aparición como es la ingesta de sal excesiva, el tabaco, el sedentarismo, el estrés, consumo excesivo de alcohol, obesidad y malos hábitos en general.

2. ¿En verano tenemos más riesgo de tener tensión arterial alta o baja por el calor?

El calor provoca que los vasos sanguíneos se dilaten y por tanto es más fácil que se produzcan bajadas de tensión arterial. Hay que tener mucho cuidado, puede causar situaciones graves y en algunos casos un golpe de calor puede ser mortal. Por eso, para evitar bajadas anómalas de tensión, hay que evitar exponerse durante mucho tiempo en los momentos de más calor, beber agua de forma abundante y, sobre todo, no hacer ejercicio en esos momentos, porque las consecuencias pueden ser muy graves.

3. Las mujeres registran más muertes cardiovasculares que los hombres en España. Sin embargo, ¿por qué la prevalencia es mayor en los varones?

En cifras globales la prevalencia en adultos es del 43% afectando más a los varones, y cuando miramos la mortalidad, esta se duplica en las mujeres. Ocurre lo mismo con otras enfermedades como la diabetes. Entre las posibles causas está el infradiagnóstico, el rol de la mujer cuidadora relega a un segundo plano el autocuidado, y, por otra parte, conforme aumenta la edad la hipertensión afecta más a mujeres que a los hombres.

4. ¿Cuáles son los niveles óptimos de tensión arterial?

Las cifras óptimas de tensión son menores de 120/80 mmHg. Se considera hipertensión cuando los resultados arrojan cifras mayores o igual a 140/90 mmHg. Los niveles son distintos según la edad. Así, entre los 18 y los 69 años el objetivo es tener la tensión arterial por debajo de 130/80 mmHg. Entre 65 y 79 años, entre 120-129/70-79 mmHg, y en mayores de 80 años, entre 140 y 150/80 mmHg. Hay que evitar caídas de tensión arterial diastólica por debajo de 70 mmHg en pacientes mayores de 80 años.

5. A tenor del aumento del tabaquismo entre mujeres, ¿en unos años considera que es esperable que la prevalencia de la hipertensión sea mayor en mujeres que en varones?

Fumar un cigarrillo provoca un aumento de la tensión arterial y la prevalencia de la hipertensión aumenta con la edad, siendo las mujeres las más perjudicadas porque la incidencia de la enfermedad es mayor con la edad.

6. ¿En qué casos la tensión arterial no está controlada pese a estar bajo tratamiento farmacológicos y a qué se debe?

La presencia de otras enfermedades asociadas como la diabetes, el sobrepeso, la enfermedad renal, el síndrome de apnea sueño, disfunción hormonal por hiperaldosteronismo puede condicionar un mal control de la tensión arterial. En ocasiones, hay que buscar la mejor combinación de fármacos para tratar un paciente de forma eficaz, pero sobre todo hay que asegurar el buen cumplimiento terapéutico. El incumplimiento terapéutico, no seguir las recomendaciones sobre el estilo de vida y las medidas dietético-higiénicas son las causas más frecuentes del mal control.

7. ¿En los casos en los que no se logra controlar la hipertensión arterial el tratamiento para estos pacientes sería la denervación renal? ¿En qué consiste?

Efectivamente, la denervación renal es una alternativa terapéutica muy eficaz y segura. Mediante la introducción de un catéter en ambas arterias renales y aplicación de radiofrecuencia o ultrasonidos en las mismas, permite quemar las conexiones nerviosas que están por fuera de las arterias renales. Dicho sistema nervioso simpático influye en la producción neurohormonal de una serie de mediadores que provocan la hipertensión. Cortando ese circuito nervioso se baja la tensión arterial unos 10 mmHg de media en los enfermos. El procedimiento se lleva a cabo bajo sedación consciente y el enfermo vuelve a su domicilio el mismo día.

8. ¿Este procedimiento permite controlar la tensión arterial en el 100% de los casos?

El procedimiento es eficaz en el 80% de los enfermos, con bajadas de tensión arterial en torno a 10 mmHg de media como le decía. En algunos casos, es necesario reducir el número de fármacos que toma el enfermo, en otros casos no se reduce el número de fármacos, pero se controla la tensión arterial dentro de los límites de la normalidad. Esto es lo más importante, mantener las cifras de tensión arterial dentro de los límites de la normalidad permite reducir los eventos cardiovasculares y la mortalidad derivada del mal control arterial. Sin duda, es una revolución en el tratamiento de la hipertensión, la técnica intervencionista está avalada por numerosos ensayos clínicos y todas las sociedades científicas que manejan enfermos con hipertensión.

9. ¿El deporte puede subir la tensión arterial a determinadas personas o es un mito?

La respuesta normal al realizar ejercicio físico es que aumente la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Pero el entrenamiento físico permite reducir la presión arterial y atenúa el aumento de presión arterial con la edad, previniendo el desarrollo de hipertensión. El ejercicio dinámico aeróbico, como caminar, nadar o montar en bici, reduce la presión arterial entre 2 y 5 mmHg a las personas normales y entre 5 y 10 mmHg a los pacientes hipertensos.

10. ¿Depende de qué deporte o de la intensidad de este?

Sin duda la intensidad y el tipo de deporte influye en el posible beneficio o perjuicio. Los ejercicios intensos anaeróbicos o isométricos no son buenos para bajar la presión arterial. Para ello se recomienda un ejercicio aeróbico de entre 30-60 minutos, 5 días a la semana, sin que la frecuencia cardiaca aumente más de del 80%. Si hablamos de ejercicios isométricos, se recomiendan realizar 4 fases de 2 minutos, con 1 minuto de descanso entre fases, 3 veces a la semana. Si los pacientes tienen hipertensión severa o no están bien controlados, deben reducir los tiempos a 30 minutos de ejercicios aeróbicos todos los días de la semana.