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Envejecimiento

¿Estás encogiendo con la edad? Esto es lo que tienes que hacer para evitarlo

Es común pensar que la disminución de la altura con la edad es algo inevitable. Sin embargo, sí que tenemos una forma de mitigarlo. Sí quieres saber cómo, este artículo es para ti:

Es común pensar que la disminución de la altura con la edad es algo inevitable. Sin embargo, sí que tenemos una forma de mitigarlo | Fotografía de archivo larazon

No hay excusas contra el envejecimiento... es un hecho inevitable y obligatorio. Cada segundo que pasa somos un poquito más viejos. Y por muchos misterios médicos que seamos capaces destapar, no seremos capaces de hacernos inmortales. De hecho, en los últimos años el objetivo de la investigación científica ha dejado de centrarse tanto en el aumento de la esperanza de vida, sino en mejorar la calidad de vida.

Aproximadamente a la mitad de la vida de una persona, el rendimiento del cuerpo va disminuyendo y todos los componentes de nuestro organismo se deterioran paulatinamente. Además del deterioro cognitivo, que se evidencia con la pérdida de memoria o con la pérdida de la facilidad para aprender cosas nuevas; también sufrimos un deterioro físico: perdemos masa muscular, a nuestras articulaciones les cuesta cada vez más realizar los movimientos con la soltura a la que nos habíamos acostumbrado, nuestros huesos son cada vez más frágiles, (...).

A medida que envejecemos perdemos masa muscular, nuestras articulaciones se degradan y nuestros huesos son cada vez más frágiles | Fuente: DreamstimeDREAMSTIMEDreamstime

Lo dicho, es algo inevitable para cualquier ser humano, con independencia de su raza, su sexo o su carácter. Sin embargo, sí que hay algunos hábitos que podemos llevar a cabo en nuestro día a día que favorecerán que algunas de estas molestas secuelas de la edad se suavicen o se pospongan. Por ejemplo, si seguimos una dieta equilibrada o no tenemos ningún hábito pernicioso como fumar, nuestro cuerpo nos lo agradecerá. Y la diferencia se hará mucho más evidente a medida que cumplamos años, porque las consecuencias antropométricas, fisiológicas y neuromusculares serán mucho más moderadas.

Pero hay uno de estos efectos de la edad que solemos entender como impepinable... y sin embargo, sí que tenemos una forma de suavizarlo. Nos estamos refiriendo, como no, a la disminución de la altura con la edad. Es algo que suele ocurrir a partir de los 40 años, y se puede pronunciar todavía más a partir de los 70. Así, una persona que llegó a medir 1,80 metros en el punto álgido de su forma física, podría llegar a medir 1,73 metros al final de su vida.

El deterioro cognitivo de la vejez se evidencia con la pérdida de memoria y la pérdida de la facilidad para aprender cosas nuevas | Fuente: EFE/MariscalMariscalAgencia EFE

Sí quieres saber cómo puedes mitigar esta merma de la estatura, este artículo es para ti:

¿Por qué encogemos?

Esencialmente, hay tres elementos básicos que influyen en la pérdida de altura ocasionada por el envejecimiento:

1. La disminución del tamaño de los discos intervertebrales

Los seres humanos tenemos 24 vértebras en la columna, y estas vertebras están separadas la una de la otra por unas almohadillas llamadas discos intervertebrales. Y a medida que nos hacemos viejos, estos discos se deterioran y se deshidratan, lo que hace que pierdan un poco de altura. Y una pequeña disminución en el tamaño de los discos, multiplicada por 23 discos, implica una pérdida de altura total considerable.

2. La osteoporosis

La osteoporosis es una afección crónica causada por la pérdida de densidad ósea. Y eso hace que los huesos se debiliten y se vuelvan quebradizos. La disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga implica a su vez una mayor vulnerabilidad ante la aparición de fracturas. Las posibles causas del desarrollo de osteoporosis pueden ser muchas. Puede ser idiopática, postmenopáusica, puede ser consecuencia de enfermedades hematológicas, endocrinas o gastrointestinales, (...) o puede ser, simplemente, una consecuencia del envejecimiento. En cualquiera de los casos, la osteoporosis puede hacer que mengüemos.

Osteoporosis: casi un millón de hombres sufren esta debilidad ósealarazon

3. La Sarcopenia

Esta palabra tan rara no quiere decir otra cosa que “pérdida de masa muscular”. A medida que pasan los años, perdemos gran parte de la fuerza de nuestros músculos y cada vez lo tienen más complicado para funcionar correctamente. Esta pérdida de masa y vigor también suele venir acompañada de debilidad, cansancio, falta de energía, problemas de equilibrio y dificultades para caminar y mantenerse de pie.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

La “fórmula mágica” para mitigar la pérdida de altura causada por la edad no es otra que una combinación de ejercicio aeróbico, anaeróbico y de fuerza. Si volvemos sobre punto anterior y revisamos cuáles son las causas principales de la pérdida de altura, podremos observar que su origen está en un debilitamiento de los huesos y los músculos de nuestro cuerpo. Por lo que, parece lógico pensar que, si fortalecemos nuestros huesos y nuestros músculos (en la medida de lo posible), podremos hacer que esta pérdida de estatura sea menos acusada.

La “fórmula mágica” para mitigar la pérdida de altura causada por la edad no es otra que una combinación de ejercicio aeróbico, anaeróbico y de fuerzaFotoLa Razón

¿Y cómo hacemos para ejercitarlos? Pues con deporte. Y no solo con ejercicio aeróbico que se suele aconsejar cuando llegamos a cierta edad, como montar en bicicleta, nadar o dar clases de zumba. También necesitamos una buena dosis de ejercicios anaeróbicos, es decir, ejercicios de alta intensidad y de poca duración; así como ejercicios de fuerza, es decir, el uso de la resistencia para lograr la contracción muscular y endurecimiento de los músculos. Una buena alternativa es el levantamiento de pequeñas pesas o el uso de bandas de resistencia.

De esta forma, hacer deporte nos ayudará a mantener el tono muscular, aumentará la densidad ósea, mejorará el equilibrio y la postura, disminuirá la intensidad de algunos dolores, (...). Pero no solo eso, también contribuirá positivamente al sueño, nos permitirá tener más energía durante el día, y nos ayudará a mantener el buen funcionamiento de nuestro cerebro y nuestra memoria.

El gimnasta alemán Alfons Klein, de 75 años, realiza un ejercicio durante la competencia para mayores de la 41ª edición del Festival Internacional de Gimnasia en Fráncfort, Alemania | Fuente: EFE/Arne DedertARNE DEDERTAgencia EFE

Recuerda que el ejercicio siempre debe ser controlado y que nunca debemos desbordar los límites que nos impone nuestro propio cuerpo, porque el remedio podría ser peor que la enfermedad. Ten siempre presente que para fortalecer nuestro cuerpo, siempre tendrá más valor la constancia que la intensidad. Y antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, consulta a tu médico; que te guiará y te ayudará a sacarle el mayor partido a tu entrenamiento.