Mar en calma

¡Todo mal!

Nunca es demasiado tarde para poner el foco en nuestra responsabilidad sobre aquello que nos pasa y para crear nuevos hábitos como relativizar, empatizar o desdramatizar. Ese puede ser el comienzo de una vida más plena. Y, quizás, más feliz

Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga, vuelve a subirse a las tablas del teatro para tirarnos de las orejas. Y es que vivimos en una época donde muchos de los llamados «vicios modernos» se han camuflado como virtudes: la autoexigencia se disfraza de responsabilidad, el control de previsión, las prisas de productividad, y el egoísmo de amor propio. Sin embargo, la autoexigencia constante te hace creer que nunca eres suficiente. El deseo de control te roba paz, las prisas te desconectan del presente y el egoísmo te aísla.

La terapeuta comprensiva se convierte en un espejo incómodo que refleja nuestras sombras. Nos enfrenta a nuestros vicios: «Todo lo haces mal, ¡y lo sabes!». Es el título de la obra en la que Patri y sus dos compañeros de escena no te dejan indiferente. Nos recuerda que el perfeccionismo es una trampa y que la autoestima no se construye con logros, sino con la simple certeza de que somos únicos y valiosos.

En un mundo de prisas, de autoexigencia feroz y de ansiedad disfrazada de productividad, esta obra propone soltar lastre. Convivir con la incertidumbre sin que nos devore. Desconectar pantallas. Vivir.

Patri nos invita a detenernos. A soltar el control. A dejar de correr. A dejar de compararnos. A dejar de fingir. A reconciliarnos con nuestras imperfecciones. A aprender a convivir con la incertidumbre sin que nos robe el alma.

Una obra que nos recuerda que la vida no se mide en likes sino en abrazos, en teatros llenos, en conversaciones que dejan huella. En la solidaridad, que no solo ayuda a otros, sino que mejora nuestro propio estado de ánimo.

Un viaje hacia el equilibrio: nunca es demasiado tarde para poner el foco en nuestra responsabilidad sobre aquello que nos pasa y para crear nuevos hábitos como relativizar, empatizar o desdramatizar. Ese puede ser el comienzo de una vida más plena. Y, quizás, más feliz.