Mar en calma

In memoriam

La muerte es parte de la vida. Sinceramente creo que morir es fácil. Incluso que es muy probable que lo mejor siempre esté por venir.

No olvidamos a quienes se van de este mundo injusta y violentamente.

En el 21 aniversario del más grave atentado de la historia de España y Europa: el 11M, la localidad de Castuera, Badajoz, rendía un sentido recuerdo a Belén Cortés, la educadora social asesinada por los menores a los que tutelaba.

En la iglesia de Santa María de la Magdalena una multitud dio su último adiós a una mujer que dedicó su vida a la reinserción de adolescentes en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, fue asesinada por aquellos a quienes intentó proteger.

Había denunciado previamente a la policía las amenazas que recibía de los tres menores que acabaron con su vida: dos chicos de 14 y 15 años y una chica de 17. Pero las medidas de seguridad en su entorno laboral no pudieron evitar un crimen tan terrible como impactante. Un asesinato que pone de relieve la inseguridad con la que conviven cada día muchos trabajadores sociales, educadores y personal que trabaja con menores en riesgo de exclusión.

La preocupación que Belén expresaba hacia los menores implicados en su asesinato, tenía señales evidentes: un historial delictivo significativo, con 37 delitos cometidos en un solo fin de semana y antecedentes de violencia, incluyendo una agresión grave a su propio padre.

La muerte es parte de la vida. Sinceramente creo que morir es fácil. Incluso que es muy probable que lo mejor siempre esté por venir. Lo difícil es que te arrebaten a quien más quieres. Ese es el verdadero dolor: lo que la muerte se lleva.

El gran reto, lo más difícil de llevar a cabo, es aceptar la muerte de quien te inspira o en quién te apoyas. Belén, una mujer dedicada a ayudar a los demás, ya no podrá inspirar a esa parte de la sociedad menos favorecida.

Descansa en paz, Belén. Te recordaremos y lucharemos por más recursos y protección para quienes trabajan en entornos vulnerables.