Canela fina

Feijóo se equivoca otra vez

«La moción de censura, si quiere triunfar, no puede estar encabezada por Feijóo sino por un candidato independiente con el compromiso de convocar elecciones de forma inmediata»

De nuevo ha cometido el mismo error. Salvo circunstancias excepcionales, Alberto Núñez Feijóo no puede pedir a Puigdemont que Junts vote una moción de censura en el Congreso de los Diputados en la que figure como presidente el líder del Partido Popular. Feijóo ha declarado, una vez más, que estaría dispuesto a presentar una moción de censura dando a entender que figuraría él personalmente como candidato a la presidencia del Gobierno.

Y no. Lo inteligente y, sobre todo, lo viable es que el PP negocie con Junts un nombre aceptable para ambas partes con un solo punto en su programa: la convocatoria inmediata de elecciones generales. En esa moción de censura, el Partido Popular y Junts podrían ponerse de acuerdo para que figurara como candidato a la presidencia del Gobierno un juez independiente o un sindicalista de prestigio como Nicolás Redondo Terreros. Alberto Núñez Feijóo, si quiere desmontar a Pedro Sánchez, debe aceptar que la moción de censura se reduzca a abrir la puerta de unas elecciones generales. Feijóo tiene que envainarse su pretensión de que la susodicha moción de censura le convierta, como ocurrió con Pedro Sánchez, en presidente del Gobierno. Esa presidencia se la tiene que ganar en unas elecciones generales. Y tendría que espabilarse el líder popular y no cometer los errores que en el año 2023 terminaron por consolidar en Moncloa al líder del PSOE sanchista.

Alberto Núñez Feijóo deberá desprenderse de su corte de agradaores, poner los pies sobre la realidad y tomar conciencia clara de que para abrir los portones del palacio de la Moncloa tendrá que triunfar en unas elecciones generales con mayoría suficiente. Probablemente necesitará sumar a otros partidos para superar los 176 escaños. Feijóo ha aprendido ya muchas cosas y seguramente se ha dado cuenta de que las soluciones nacionales están muy lejos de ciertos juegos provincianos. No está ya en Galicia. No preside la sección autonómica de un partido nacional. Se encuentra al frente del centro derecha español y de un partido de ambición nacional. Necesita consejeros que le expliquen claramente hasta dónde llega en Madrid la crudeza de la realidad política.

Luis María Anson, de la Real Academia Española