
Sin Perdón
Los escándalos sexuales de la izquierda
«Los que venían a regenerar la política están demostrando su auténtica catadura moral»
A los escándalos de corrupción, tráfico de influencias y nepotismo que sufren miembros del Gobierno, antiguos colaboradores de Sánchez y su propia familia, han surgido acusaciones de acoso sexual y machismo contra dirigentes de Sumar y Podemos. Al final, los que venían a regenerar la política están demostrando su auténtica catadura moral. Hay que respetar la presunción de inocencia, pero lo que sabemos hasta el momento provoca estupor, repugnancia e indignación. En el caso de que las noticias se confirmen total o parcialmente, estaríamos ante auténticos depredadores sexuales y del dinero público. Es cierto que había rumores alrededor de algunos dirigentes de Podemos, pero se está viendo que no eran maledicencias, sino realidades repugnantes que identifican unas prácticas machistas impresentables. Es cierto que la adscripción ideológica de los afectados hace que no se les destruya como hacía la izquierda mediática con la corrupción en tiempos de Rajoy. No ha funcionado el «yo sí te creo hermana», porque durante años miraron hacia otro lado. Es imposible que no intuyeran o incluso supieran la existencia de ese patrón de conducta en algunos líderes e ideólogos del movimiento Podemos.
No eran mujeres poderosas o con cargos importantes, por eso estaban más indefensas y tenían miedo a denunciar. El objetivo de esos depredadores eran jóvenes que se podían sentir inicialmente fascinadas, pero luego descubrieron la sórdida realidad. No hacían otra cosa que utilizar su fuerza como profesores o políticos para intentar llevarlas a la cama. Lo hacían acosándolas de una forma zafia y repugnante. Eso de «empotrar» y manosear muestra una inquietante patología. No veo a los pijos progres del mundo audiovisual haciendo películas o series como en otros casos. Por supuesto, todos se escandalizan, pero con esto lavan su conciencia y no quieren ir más allá. Su reacción no sería igual si fueran dirigentes o militantes del PP. La historia de Ábalos y su colega Koldo supera cualquier película de Santiago Segura. Es mejor que Torrente. No conozco ningún caso en el que un ministro que es, además, el hombre fuerte del Gobierno y del partido tenga una chica de compañía en nómina. La izquierda política y mediática repudia a Ábalos, pero hace no demasiado tiempo le hacían la pelota al igual que a los dirigentes e ideólogos de Podemos.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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