
La situación
Elevemos el debate público
«En política, como en la vida, conviene gestionar las euforias con la prudencia debida»
En diciembre, la Unidad Operativa de la Guardia Civil (UCO) emitió un informe sobre las sugerentes actividades comunicativas realizadas por el fiscal general del Estado en aquel marzo de 2024, en el que un cierto grado de paranoia se instaló en los despachos del poder. Ese día de diciembre, el presidente del Gobierno abroncó a cualquiera que mostrase dudas sobre el comportamiento de Álvaro García Ortiz, exigió que se le pidiesen disculpas y nos animó a que «elevemos el debate público». Ahora, con el nuevo informe de la UCO, en efecto, Moncloa debería elevar el debate público.
Poco antes de ese marzo paranoico se habían publicado las primeras noticias sobre las actividades privadas de la esposa de Pedro Sánchez, que derivarían en actuaciones judiciales y en los cinco días de reflexión que el presidente del Gobierno se concedió a sí mismo en abril no para dimitir, sino para no hacerlo y organizar una razia político-judicial-mediática que no ha terminado.
Moncloa quiso frenar el caso Begoña con el caso Ayuso, después de que, quizá, alguien aficionado a las revistas del corazón y que trabajara en la Fiscalía o en la Agencia Tributaria se percatara de que el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid tenía problemas con Hacienda. ¡Eureka!
Pero en política, como en la vida, conviene gestionar las euforias con la prudencia debida, y no dejarse llevar por el odio a una rival o al jefe de gabinete de la rival que, en palabras del fiscal general, «nos van a ganar el relato». Esta frase es tan impropia de un alto cargo del Poder Judicial, que más parece inspirada desde algún despacho ocupado por estrategas de la comunicación en la principal sede del Poder Ejecutivo. De hecho, según pruebas que constan en la causa, ocupantes de esos despachos disponían del famoso email filtrado, que ahora tiene al fiscal general en una situación embarazosa.
Y no dejan que dimita, porque supondría la asunción de una derrota política del hombre más poderoso de España frente a una simple presidenta autonómica. Quizá habría que empezar por ahí para elevar el debate público.
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