PSOE

Acomplejado y con mala follá

La Razón
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En la línea del cordobés José (Josep en sus delirios identitarios) Montilla, el granadino Miguel (Miquel en sus sueños húmedos) Lupiáñez es un idiota acomplejado por sus orígenes sin otro norte en la vida que hacerse perdonar sus orígenes charnegos. Se conoce que no le dan mesa en el Vía Veneto. Desconsidera este tío Tom de pitiminí, animalito, que la hez de sociedad catalana, esa élite racista que invoca la secesión como mero instrumento para salir impune del latrocinio, jamás se apeará de su pedestal xenófobo. Y lo mismo que su paisano Rufián, otro tonto útil con genética andaluza, tampoco redimirá su pecado original por ser, eso mismo, una tara adquirida de nacimiento: no existe catalanidad plena sin pureza de sangre ni estas naciones postizas con las que disparatan nuestros independentistas responden a un criterio distinto del étnico. Todavía se autodefinirá como progresista semejante mamarracho, ignorante de que muchos de los votos con los que el soberanismo pretende engordar su referéndum proceden de la comunidad magrebí, por él tan despreciada, que mantiene desde hace tiempo relaciones incestuosas con la Generalidad. Barretina o chilaba, cualquier atuendo sirve para odiar a España, incluidas las máscaras que estos conversos lucen para tapar la vergüenza que les producen unos padres nacidos aquende el Ebro. Pues éste es el PSC al que se ha encomendado Pedro Sánchez, así que nadie espere una reconvención por parte del secretario general, cuyos cónsules andaluces (Celis, Toscano... ¿hay alguien en casa?) tendrán complicado explicar en las agrupaciones por qué se empeñan los camaradas nororientales en atizar los tópicos racistas. A esta tropa intentó embridar, en vano, la desaparecida Carme Chacón. Si ella no pudo, figúrense el pobre Iceta.