![Un hombre en manga corta pasea por una calle de Madrid](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2025/02/12/E50A9933-DA99-4A39-A0AD-8C70DA94860E/hombre-manga-corta-pasea-calle-madrid_66.jpg?crop=1282,1282,x320,y0&width=150&height=150&optimize=low&format=webply)
Medio ambiente
Territorios en contra de las plantas de biogás
España vive un verdadero boom de proyectos, con 150 encima de la mesa, mientras en toda Europa se contabilizan 1.500
![Biogás y biometano](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2025/02/06/E0E0B3A1-5EE7-4E64-AD56-D6C16BBCCA9C/biogas-biometano_98.jpg?crop=1900,1069,x4,y0&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
En verano de 2023 los vecinos de Almansa empezaron a notar un mal olor del que pronto descubrieron el origen. Tras el reinicio de la actividad de una fábrica de fertilizantes orgánicos, había un proyecto más grande de biogás donde se querían tratar 320.000 toneladas de residuos orgánicos. En ese momento echó a andar Stop Biogás Almansa, una plataforma vecinal que tras investigar el proyecto, los fallos y los permisos; presentar alegaciones, y manifestarse una y otra vez para protestar, ha conseguido parar el proyecto. «Aunque la empresa ha recurrido y estamos pendientes de qué sucederá», dice Virgilio Martínez, ingeniero técnico industrial y portavoz de Stop Biogás.
El ingeniero ayuda a los vecinos de otras localidades preocupados por proyectos de biogás. Y es que las protestas contra estas instalaciones se extienden por Murcia, Castilla y León, Extremadura o la Comunidad Valencia. A las pocas horas de que se anunciara la Alianza para el Desarrollo del Biogás y Biometano que supone 50 proyectos en Andalucía (23 en Jaén), Ecologistas en Acción de Jaén alertaba del «problema que se puede generar en la provincia, en especial sobre su población, con la instalación de una gran número de macroplantas, que no se está planificando ni en dimensiones ni su ubicación en el territorio».
El biogás se obtiene mediante un proceso llamado digestión anaerobia, «en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno. Este proceso genera una mezcla gaseosa compuesta principalmente por metano y dióxido de carbono. Puede utilizarse directamente para la generación de electricidad y calor mediante motores de cogeneración, como biocarburante para vehículos o para aplicaciones industriales con demanda térmica. Si se somete a un proceso de depuración para eliminar impurezas, se obtiene biometano, un gas con una composición similar al gas natural que puede inyectarse en la red para uso en hogares e industrias. También es una alternativa para el sector del transporte, especialmente en camiones y autobuses», recuerda Luis Puchades, presidente de la Asociación Española de Biogás (Aebig).
La ventaja del biogás, y de ahí su interés, es que permite dar una segunda vida a residuos que hoy terminan en vertedero; desde los domésticos a industriales o a los provenientes de la agricultura, la ganadería y las depuradoras. Otro beneficio es que puede servir para producir nuestro propio gas renovable sin tener que importar gas natural de terceros países (como Rusia, Argelia, EE UU). De hecho, la Comisión Europea aspira a producir 35.000 millones de m3 (bcm) para 2030 de biometano y cubrir hasta dos tercios de la demanda europea de gas en 2050. «Es una energía renovable que merecía la atención que está teniendo. Básicamente, hasta ahora, el desarrollo del biogás en España ha girado en torno a las depuradoras y a las plantas de residuos sólidos urbanos, donde se aprovecha el gas generado para alimentar la propia planta. Pero hay mucho potencial para producir gas. Esto explica el boom de proyectos, que a su vez están generando problemas con las localizaciones y los tamaños propuestos», detalla Antoni Sánchez, profesor del Departamento de Ingeniería Química, Biológica y Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
![Biogás y biometano](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2025/02/06/6E67EA70-E135-48D8-A07D-2FDE58124D4E/biogas-biometano_123.jpg?&optimize=high&format=webply)
Potencial sin explotar
Para entender el potencial de España basta decir que es el segundo país de la UE en extensión agrícola, con más de 25 millones de hectáreas de superficie utilizada y lidera la producción de aceite de oliva, vino, carne de cerdo o de pollo. Sin embargo, solo hay unas 250 plantas de biogás y 11 plantas de biometano operativas en todo el país, una cifra pequeña si tenemos en cuenta las más de 1.500 plantas activas en Europa. Alemania es quien lidera la producción combinada de biometano y biogás; en 2023 con 100 TWh, seguida por Italia (33 TWh), Reino Unido (29 TWh) y Francia (17 TWh). El biometano representa en la UE el 6,7% del consumo total de gas natural, según datos de la Asociación Sedigás. Ahora mismo hay más de 150 proyectos de biometano en la Península, en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia, Madrid, Andalucía y Aragón.
«Su desarrollo enfrenta desafíos como la falta de incentivos económicos y normativos claros que fomenten su implantación. En Alemania, Italia o Francia, existen tarifas reguladas y ayudas específicas. Otro obstáculo es la burocracia y los largos plazos de tramitación para la autorización de proyectos, lo que frena la inversión. Además, hay dificultades para la conexión de las plantas a la red de gas natural», comenta Luis Purchades que también menciona que el rechazo social que se está generando se debe «en gran parte, a la desinformación y a la percepción errónea de que generan problemas ambientales. Las principales preocupaciones de la ciudadanía suelen estar relacionadas con los olores, el impacto visual y el tráfico de camiones que transportan los residuos. Sin embargo, existen soluciones técnicas y de gestión que minimizan estos inconvenientes».
![Biogás y biometano](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages02/2025/02/06/8B023E80-A423-4E44-A500-BAF87F2A1F8E/biogas-biometano_123.jpg?&optimize=high&format=webply)
Dimensionar las plantas
¿Está viviendo el biogás el mismo fenómeno de contestación que han visto otras renovables como la fotovoltaica y la eólica? Para Vrigilio Márquez, el problema del biogás es cuestión de tamaño. «Yo no soy ecologistal, sino un simple vecino que quiere vivir tranquilo y que mis hijos puedan también hacerlo. En España tenemos un serio problemas con los residuos y las normativas europeas nos exigen que empecemos a gestionarlos de otra forma para que no acaben en vertedero. Crear biogás es genial. El problema es que en España se gobierna apagando incendios y después de un montón de años sin ninguna política de gestión de residuos, ahora que lo exige Europa se han concedido un montón de licencias a grandes inversores que te dicen que van a solucionar el problema generando biogás. La cuestión es que como tienen que rentabilizar las inversiones proyectan plantas enormes, de hasta 500.000 toneladas, pero para llegar a esas cantidades tienen que traer residuos de otras regiones. ¿Qué economía circular hay teniendo que transportar los residuos a 400 kilómetros? Si a mí me preguntas como técnico te digo que todo aquello que se pase de 40.000 toneladas ya me parece grande. Es verdad que el problema existe, pero hay que solucionarlo bien, planificando los lugares y los tamaños de las instalaciones e inspeccionando los proyectos», comenta.
✕
Accede a tu cuenta para comentar