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Medio Ambiente

Guadarrama, la colonia de los buitres negros

Un ejemplar madrileño y otro de Lleida revelan que las aves más jóvenes emigran, en concreto a Senegal, y no son sedentarias como se creía

Un nuevo estudio de SEO/BirdLife da a conocer la migración de la población española de buitre negro EUROPAPRESS

Tras 25 años de investigación, los científicos españoles han elaborado una monografía con el estudio más detallado hasta la fecha sobre el movimiento del buitre negro en España. En el mundo viven entre 8.000 y 12.000 parejas repartidas por Europa y Asia, y de ellas, el 30% residen en las grandes colonias que hay en España; la zona suroccidental de la península es la más habitual, aunque en los últimos años se han introducido en Castilla y León y Cataluña.

Siete son las grandes colonias que hay en España, entre ellas destacan la de los Parques Nacionales de Monfragüe (Extremadura), Cabañeros (Castilla-La Mancha) y Guadarrama (Madrid). A diferencia de Extremadura o Castilla-La Mancha, las colonias madrileñas de la sierra cuentan con menos parejas de buitre negro: 181. Pese a ello, Guadarrama es un enclave extraordinario para la especie que habita en pinos o árboles altos que se encuentran a más de 1.500 metros de altura.

El buitre negro es el gran carroñero de los cielos y, junto al buitre leonado, el alimoche y el quebrantahuesos, forma el grupo de las aves necrófagas de España. Es una de las rapaces con mayor envergadura del mundo, pudiendo alcanzar los tres metros de longitud, y se alimenta de cadáveres de animales, evitando la proliferación y propagación de enfermedades.

Por ello, es una suerte que esta especie carroñera habite, se alimente y se reproduzca en la península ibérica. Actualmente no se encuentra en peligro de extinción. Sin embargo, hubo un tiempo en el que lo estuvo: 1992. «Por aquel entonces había pocas parejas en España y en las sierras y bosques había mucho veneno. Ahora tenemos en España 2.500 parejas, la especie está muy protegida y sus únicos enemigos son la disminución del ganado extensivo y los parques eólicos», asegura Ramón Martí, director de Desarrollo Institucional de SEO BirdLife.

La población española de buitre negro se ha estudiado de diversas formas, existiendo una amplia tradición en el estudio de su reproducción, relación con el hábitat o fisiología. No obstante, nunca se había analizado de una forma tan específica su comportamiento espacial hasta que SEO (Sociedad Española de Ornitología) BirdLife, junto a Iberdrola España, han publicado un novedoso estudio a través del programa Migra. En él, se trata de dar respuestas a numerosas incógnitas relativas a los movimientos de sus poblaciones.

El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Alicante, ha contado con información de 52 ejemplares de buitres negros de todas las clases de edades (adultos, inmaduros y pollos) y de los dos sexos, repartidos por las grandes colonias de la península. Gracias a estos marcajes con sistema tecnológico de GPS, que se encuentra adosado a la espalda del animal, los expertos han podido recopilar información fundamental sobre esta especie carroñera y aglutinarla en una monografía: «Comportamiento espacial de la población española de buitre negro». «Esta iniciativa intenta conocer las 400 especies que se crían en España. Vamos poco a poco, es un sistema caro y por ello tardaremos en completarlo. Gracias a la Fundación Iberdrola llevamos unos 15 años trabajando y hemos avanzado mucho. Tenemos información de 23 especies de las cuales hemos sacado ya nueve monografías», asegura Juan Carlos del Moral, coordinador de Ciencia Ciudadana de SEO BirdLife.

Jorge García y Vicente Urios, ambos de la Universidad de Alicante, han sido los encargados de analizar más de un millón de localizaciones de GPS, registradas a lo largo de estos últimos 15 años, para llevarlas a un estudio científico que ha tenido como resultado final la monografía recientemente publicada y presentada en el Albergue de Los Batanes en Rascafría (Madríd), lugar que cuenta con una de las colonias más numerosa de estas rapaces.

En España, a pesar de que se trata de aves capaces de recorrer grandes distancias en su área de campeo, el buitre negro es considerado como una especie de carácter sedentaria. Sin embargo, Jorge y Vicente se han dado cuenta de que, en España, los buitres negros no eran tan sedentarios como se pensaba, ya que se mueven mucho más de lo que se creía.

La migración es una estrategia «habitual» en los buitres negros que habitan países europeos y asiáticos. No obstante, en España no era así hasta que «Ramón» y «Singratella» quisieron romper con lo establecido. Estos dos buitres decidieron, para sorpresa de propios y extraños, dar el salto a África para pasar el invierno en Senegal, a 4.000 kilómetros de su lugar de nacimiento. «Fue raro que emigraran dos ejemplares en España. Siempre nos sorprenden los animales y esta vez también nos pasó, ya que la migración suele darse en otros países como Mongolia. Tanto Ramón como Singratella se dejaron arrastrar por los buitres leonados de España que sí que viajan habitualmente a Senegal», confirma Jorge García, autor de la monografía publicada sobre el buitre negro en España.

Informe del proyecto migra que analiza la población y migración del Buitre Negro en España. © Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

Singratella, de la colonia de Bormout (Lleida), decidió atravesar en cuatro días el interior levantino hasta alcanzar el Estrecho de Gibraltar. Desde allí,a mediados de noviembre de 2021, pasó a el Sáhara y se estableció en su destino invernal en Senegal. En total recorrió 4.032 kilómetros. En 2022 puso rumbo a España y volvió a cruzar el Estrecho. Si bien, demostró su carácter rebelde al no volver a su colonia de origen y asentarse en Sierra Morena, hogar de las principales colonias de Andalucía; algo poco habitual en el comportamiento de la especie.

Por su parte, Ramón partió de la colonia madrileña de la Sierra de Guadarrama, pero tuvo menos suerte en su aventura. Se entretuvo por Sierra Morena antes de cruzar el Estrecho de Gibraltar y pasar el Sáhara para establecerse en Senegal. En febrero de 2023 comenzó a acortar la distancia de sus movimientos, que eran seguidos por GPS hasta no llegar a dar ninguno. «Se cree que el animal murió a causa de un envenenamiento, algo muy frecuente en la zona de África», afirma Vicente Urios, coautor de la monografía.

Con este descubrimiento, sin precedentes en la historia de los buitres negros de España, se ha constatado que los ejemplares jóvenes están adoptando gradualmente una nueva «pauta migratoria», fenómeno que podría representar «una tendencia y no simplemente un caso aislado». Este cambio estaría ligado a su «evolución genética» .

Casi 70 años de SEO/BirdLife en España

SEO/BirdLife, pionera en la conservación ambiental desde su fundación en España en 1954, ha mantenido su compromiso con las aves y la biodiversidad. Este año celebra su 70 aniversario, marcando décadas de dedicación. Desde el seguimiento del buitre negro hace 20 años hasta su labor actual, la organización ha sido clave en la protección de las aves y sus hábitats. Con énfasis en investigación, conservación y divulgación, SEO/BirdLife educa y promueve el respeto por la naturaleza, contribuyendo a la biodiversidad global en España y en todo el Mundo.