Empleo

Del abandono escolar a un futuro prometedor

LA RAZÓN escucha las historias de jóvenes que, gracias a la Fundación Éxit, su vida dio un giro de 180 grados

Gracias a iniciativas como la Fundación Éxit, cientos de jóvenes han logrado transformar su futuro
Gracias a iniciativas como la Fundación Éxit, cientos de jóvenes han logrado transformar su futuroA R Roldán

El abandono escolar temprano es una de las mayores barreras para el desarrollo profesional de muchos jóvenes en España. La falta de recursos, la desmotivación y la ausencia de referentes convierten la educación en un camino cuesta arriba para quienes enfrentan situaciones de vulnerabilidad. De acuerdo con los datos más recientes disponibles en Eurostat (2023), el abandono escolar temprano entre los jóvenes de 18 a 24 años tiene una tasa de 13,7% en España y el 11,4% en la Comunidad Autónoma de Madrid.

Sin embargo, gracias a iniciativas como la Fundación Éxit, cientos de jóvenes han logrado transformar su futuro. A través de programas innovadores y colaboraciones con empresas, esta fundación ha conseguido que muchos de sus participantes no solo retomen sus estudios, sino que encuentren una vocación y un propósito. Mobale Lobede y Rubén Marín cuentan su experiencia. Junto a Nacho Sequeira, director de la fundación, explican cómo el paso por Éxit marca un antes y un después en la vida.

«No sabía cómo dar el siguiente paso», señala Mobale Lobede, quien es hoy camarero y jefe de sala en Sushita, una cadena de sushi con numerosos locales en Madrid. Sin embargo, su camino hasta aquí no fue sencillo. «Antes de conocer la Fundación Éxit, mi rutina diaria era bastante exigente: por las mañanas estudiaba gestión administrativa y por las tardes trabajaba en Telepizza. Aunque tenía claro que necesitaba combinar estudios y trabajo, me di cuenta de que lo que estaba haciendo no me llenaba», cuenta.

Su mayor desafío fue reconocer que ese no era el camino que quería seguir. «No conocía nada sobre la Fundación Éxit hasta que comencé el curso. Fue ahí cuando descubrí las oportunidades que ofrecían y me animé a formar parte del programa», explica. Lo que encontró en la fundación cambió su perspectiva: «Una de las cosas más valiosas fue la posibilidad de realizar un servicio real con profesionales de fuera del entorno académico. Eso me ayudó a desarrollar habilidades que van más allá de la teoría y empezar a visualizar mi futuro profesional de una forma más clara».

La Fundación Éxit no solo le brindó formación, sino que también le abrió las puertas de empresas como Sushita. «Mi desarrollo profesional ha sido como una construcción. La Fundación Éxit me ayudó a poner los cimientos, la base sólida sobre la que construir mi futuro. Con Sushita, he ido creciendo y adquiriendo nuevas habilidades y conocimientos que han sido fundamentales para mi evolución».

Gracias a la formación recibida, Mobale pudo hacer una transición fluida al mundo laboral. «Las herramientas que me proporcionó la Fundación Éxit me dieron la seguridad y las competencias necesarias para afrontar este cambio con confianza». Hoy, su meta es llegar a ser director de un restaurante e incluso abrir su propio establecimiento. «Lo primero que me enseñó la Fundación fue a confiar en mí mismo, en que puedo lograr muchas cosas si realmente me lo propongo».

Entrevistas Evento de la Fundación Exit, una ONG para la orientación, formación e inserción laboral a jóvenes en riesgo.
Entrevistas Evento de la Fundación Exit, una ONG para la orientación, formación e inserción laboral a jóvenes en riesgo. A R Roldán

Por otro lado, Rubén Marín habla de «un punto de inflexión en mi vida». El entrevistado encontró por fin la motivación que le faltaba para seguir adelante. Hoy trabaja como ingeniero de Automatización y Monitorización en el Banco Santander, pero su camino no siempre estuvo tan claro. «Cuando entré en la Fundación Éxit, estaba cursando un grado medio de FP sin saber muy bien qué quería hacer con mi futuro. Me faltaba orientación y confianza», recuerda. Concretamente, su experiencia arrancó en el programa Coach de la Fundación Éxit, el cual le brindó un mentor que lo guió en su proceso de autodescubrimiento. «Mi coach me ayudó a comprender el mundo laboral desde dentro, a conocer diferentes áreas dentro de una empresa y a identificar mis fortalezas», dice. Para él, este fue un punto de inflexión: «Gracias a la fundación, descubrí que tenía un gran interés por la tecnología y la ingeniería, lo que me llevó a continuar mis estudios y especializarme en el sector».

Pero lo más significativo para Rubén fue el impacto humano de la experiencia. «Después de haber vivido esta experiencia de acopañamiento y aprendizaje, años más tarde tuve la oportunidad de ser coach para otros jóvenes que estaban en la misma situación que yo estuve. Poder devolver lo que recibí fue una experiencia increíble y gratificante tanto a nivel profesional como personal».

Creer en el potencial

«Nuestro objetivo es que los jóvenes crean en su potencial». Para Nacho Sequeira, director general de la Fundación Éxit, estos testimonios son la mejor prueba de que el trabajo de la fundación tiene un impacto real. «Cuando hablamos del potencial nos referimos a que es fundamental que los jóvenes crean en sí mismos, que se den cuenta de que con el apoyo adecuado pueden cambiar su futuro», explica. Para poder acercarse a los jóvenes y conocer de cerca las distintas situaciones que atraviesan, la fundación trabaja en colaboración con empresas y centros educativos para reducir el abandono escolar temprano, ofreciendo programas que combinan formación teórica y práctica en un entorno real de trabajo. «Nosotros no solo les damos herramientas, sino que también les proporcionamos experiencias y referentes que les ayudan a encontrar su vocación», añade.

En esta línea, tras la experiencia adquirida y la colaboración con otros actores, desde la fundación, explican a este medio que una de las claves del éxito también se basa en su enfoque innovador. «Lo que buscamos es que las empresas se involucren en la formación de estos jóvenes. Creemos que cuando un profesional del sector se convierte en mentor, el aprendizaje es mucho más enriquecedor y significativo».

Con todo ello, las historias de Mobale, Rubén y muchos otros jóvenes que han pasado por la Fundación Éxit demuestran que el abandono escolar no tiene por qué ser un destino irreversible. Con el apoyo adecuado, la motivación y las oportunidades, es posible cambiar el rumbo y construir un futuro lleno de posibilidades.

Mobale quiere trasladar un consejo para otros jóvenes que se encuentren en una situación similar a la que él vivió: «Con ayuda, no hay excusa. Siempre hay oportunidades para crecer y mejorar, solo hay que estar dispuesto a aprovecharlas y trabajar por ellas». Una afirmación con la que coincide su compañero Rubén, que por su parte, destaca la importancia de tener referentes y apoyo: «Muchas veces lo que necesitamos no es solo formación, sino alguien que nos haga ver nuestro propio potencial. La Fundación Éxit me dio eso y más».

En un país donde el abandono escolar sigue siendo un desafío, Nacho Sequeira comparte su reflexión sobre el impacto de la fundación: «No hay nada más satisfactorio que ver a un joven que llega sin rumbo y, años después, lo ves trabajando en lo que le apasiona, siendo mentor de otros y devolviendo lo que recibió. Ese es el verdadero cambio que buscamos». Así, señala la importancia de que existan faros de esperanza para jóvenes, que no solo encuentren un empleo sino un propósito de vida.