Poco antes de mediodía, uno de los jóvenes que seguía el pleno monógrafico del Parlament dedicado al paro juvenil anunciaba entusiasmado que el debate era «trending topic» en twitter, bajo la etiqueta #plejoventut. Aunque la mayoría de los comentarios tenían la imprenta de algún partido político, Artur Mas tenía ayer una oportunidad de oro para dar un halo de esperanza a los 261.300 jóvenes que buscan trabajo en Cataluña. Pero la desaprovechó. Se volvió a perder en su universo soberanista. En vez de avanzar una propuesta alentadora, reivindicó que la solución al problema del paro pasa por que Cataluña gestione sus recursos.

Mas defendió que tendría que ser la Generalitat la que debería gestionar los fondos europeos que se destinarán a luchar contra el paro juvenil. La Unión Europea acaba de aprobar un plan contra el desempleo juvenil en los países del sur de Europa de 6.000 millones de euros, de los cuales, 1.900 millones corresponden a España y 300 de estos a Catalaña, según la Generalitat. Pero el president puso en duda que llegue este dinero, «como desgraciadamente pasa casi siempre».

Al joven que anunció que el pleno era «trending topic» el entusiamo le duró un santiamén, lo que tardó Mas en repasar las cifras de paro juvenil, del 77,3 por ciento entre los jóvenes de 16 a 19 años y del 52 por ciento entre los 16 y 24 años. Además, el porcentaje de «ni-nis», jóvenes que ni estudian ni trabajan en Cataluña, alcanza el 17,7 por ciento, algo por encima de la media europea, que se sitúa en el 13,2 por ciento.

Las únicas medidas que presentó el conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, fueron que el Govern destinará más de 25 millones a la inserción laboral de los jóvenes y que reservará para ellos el 25 por ciento de las plazas del Servei Català d' Ocupació, una iniciativa que puede beneficiar a 50.000 chavales.

Son las únicas propuestas que pudieron arrancar una media sonrisa, porque, como lamentó Alicia Sánchez-Camacho (PP), lanzar una aplicación de móvil para acceder a la nueva Oficina Joven Virtual de la Generalitat no entusiasma a nadie. Sánchez-Camacho pidió a Mas que no sacrifique una generación por su nacionalismo de «estelada» y se ponga a trabajar empezando por sacar adelante unos presupuestos para actuar contra el paro. Mas replicó a los partidos que tomen ejemplo de sus jóvenes –que acordaron una declaración a favor del derecho a decidir– y sean capaces hoy de pactar medidas estructurales para revertir el paro juvenil.