El ultraderechista AfD gana las elecciones en Turingia y queda segunda en Sajonia

Tal y como se esperaba, la extrema derecha ganó el domingo las elecciones en el estado alemán oriental de Turingia. Se trata de la primera victoria de un partido de estas características desde el final del nazismo. Con el 32% de los votos, el partido Alternativa por Alemania (AfD) alcanzó el primer puesto en unas elecciones marcadas por el ataque terrorista a un festival en la localidad occidental de Solingen. La Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) cayó al segundo puesto con el 24% de los votos y, por el momento, perdió el gobierno del estado.

Turingia es el feudo más fuerte de AfD. Desde hace meses, las encuestas predecían una victoria de la AfD del 30%. Con 1,66 millones de votantes convocados a las urnas en 44 distritos electorales, es uno de los estados del este en los que los partidos de la coalición del semáforo que gobierna a nivel federal no tienen mucho que decir. En 2019, el partido de La Izquierda (Die Linke) ganó las elecciones por segunda vez con el 31%. Ya entonces, la AfD fue el segundo partido más votado con el 23% seguida de la CDU con el 21%. El partido socialdemócrata del canciller Olaf Scholz bajó aún más del 8 al 7%, mientras que los verdes Die Grünen y el partido liberal FDP, que conforman la coalición a nivel federal con el SPD, no consiguieron entrar en el parlamento regional, con el 3% y 1% de los votos.

El candidato de la AfD en Turingia, Björn Höcke, sobre cuya salud se especuló en los últimos días después de que cancelase un debate televisivo el pasado miércoles, apareció el domingo ante las cámaras para decir que está «preparado para asumir el gobierno» del estado y que quiere invitar a otros partidos a discutir sobre una posible coalición de gobierno. Todo ello, aunque ninguno de los partidos con representación en dicho estado se plantea algo parecido con la formación ultra. El candidato de la CDU en Turingia, Mario Voigt, aseguró en la televisión pública Tagesschau que «la CDU ha vuelto como la fuerza más fuerte del centro político» y que, por su parte, descarta una cooperación con la AfD.

Sajonia, un estado mucho mayor que Turingia, con 3,2 millones de votantes en 60 distritos electorales, ha visto en los últimos años fuertes manifestaciones contra los refugiados y contra el islam. Su capital, Dresde, ha sido testigo de las convocatorias semanales del movimiento contra la islamización de occidente, PEGIDA. El hasta ahora ministro-presidente, Michael Kretschmer, aseguró durante su votación en Dresde ante los medios presentes que se trataba de una «elección que marcará el destino». Según el político, informático y economista de formación, esta es «probablemente la elección más importante en 34 años» y agradeció a las muchas personas que en los últimos comicios votaron por otros partidos que no fueran la AfD, eligiendo la «gran fuerza en el centro de la sociedad» que es para él su partido. «Esta comprensión nos permitirá formar un gobierno que sirva a este país», afirmó.

El colíder de AfD en Sajonia, Tino Chrupalla, reivindicó su derecho a gobernar por ser la muerza más votada en Turingia. «La voluntad de los votantes es que haya un cambio político aquí, en Sajonia, y también en Turingia». La colíder de AfD, Alice Weidel, destacó el «éxito histórico» de las elecciones. «Somos la fuerza más votada en el estado por primera vez (en Turingia). En Sajonia también AfD tendrá los mejores resultados», según Weidel.

En 2019, la CDU fue la fuerza más votada con el 32,1% de los votos, y ya entonces la AfD obtuvo el 27,5%. La tercera fuerza más votada fue el BSW, con mayor implantación en el este del país, obteniendo el 17%. El Partido Socialdemócrata (SPD) se quedó con el 7%. Die Linke consiguió entonces el 10%, pero en esta ocasión apenas alcanzó el 4%, con lo cual no logró el 5% necesario para entrar en el parlamento. El partido verde Die Grünen entró por los pelos con el 5% de los votos.

Una de las preguntas de la noche era si la AfD obtendría la llamada «minoría de bloqueo», ya que con un tercio de los asientos del parlamento regional pueden evitar, por ejemplo, la disolución del parlamento o la elección de jueces del Tribunal Constitucional regional. Ese es el precisamente escenario que ha resultado en ambos estados tras estas elecciones históricas. Con ello, podría producirse un bloqueo en ambos parlamentos regionales que haga imposible gobernar al resto de partidos, que se niegan a trabajar en conjunto con la AfD, salvo, al parecer, el grupo BSW de Sahra Wagenknecht, que ha dicho querer votar en conjunto cuando las iniciativas de AfD sean lógicas. La política, que usa un tono populista en algunos temas, ha calificado el cordón sanitario del resto de partidos de «infantil», pero no ve posible una coalición con AfD.

Lo más probable es, por todo ello, que aunque la AfD ha conseguido muy buenos resultados e incluso ha sido la fuerza más votada en Turingia, que no llegue a gobernar en ninguno de los dos estados. La sociedad alemana, y en especial los alemanes del este, han mostrado en esta elección que no están nada satisfechos con la política que se está llevando a cabo en Berlín. Junto a la inmigración y la seguridad, la guerra de Ucrania han sido los dos temas maestros que la AfD ha manejado en estas elecciones para movilizar el miedo de la sociedad.