Represión en Venezuela
El chavismo neutraliza a la Prensa incómoda
La venta de Globovisión y del Grupo Capriles polariza aún más el panorama mediático de Venezuela. «Chávez nunca se atrevió a tocar Globovisión porque tenía olfato político», afirma la ex directora del canal
Primero fue la compra por parte de empresarios cercanos al Gobierno del canal Globovisión –la bestia negra del chavismo–, y hace tres días se ha anunciado la venta del grupo Capriles, el mayor emporio mediático del país –propietario del diario más leído, sin vinculación al líder opositor Henrique Capriles– a un empresario cuya identidad no está clara aún.
A estas alturas, pocos dudan de la existencia de una estrategia del chavismo para neutralizar a medios de comunicación privados que han sido críticos con la actuación del Gobierno. «Existen rumores de que caerán otras teles», dice Carlos Correa, director de la asociación venezolana Espacio Público. Correa asegura que tras el resultado electoral tan ajustado del 14 de abril, «el Gobierno está muy preocupado por la cobertura de los medios». En este contexto se enmarca la reunión que el presidente Nicolás Maduro mantuvo con los dueños de televisiones tras los comicios, interpretada por muchos como una presión a la prensa independiente.
En declaraciones a LA RAZÓN, María Fernanda Flores, directora de Globovisión hasta la llegada de la nueva directiva hace un mes y medio, asegura que a diferencia de Maduro, «Hugo Chávez nunca se atrevió a tocar al canal porque tenía olfato político y sabía que era importante tener competencia».
En un país donde el Estado posee más de 500 emisoras de radio y seis canales de televisión de ámbito nacional, la polarización mediática ha aumentado con las últimas operaciones comerciales que, según el diputado opositor Alfonso Marquina, «limitan la pluralidad informativa». En declaraciones a este periódico, Marquina afirma que el Gobierno «está asfixiando a los medios incómodos retirando publicidad oficial y amenazando a los anunciantes. Además, el control para acceder a las divisas se está usando para castigar a los periódicos y teles que no gustan».
Correa, el director de Espacio Público, señala que en los últimos tiempos han cerrado periódicos en provincias y que la oposición se ha quedado sin espacios donde explicar su mensaje. «Maduro ha lanzado críticas de forma muy abierta al trabajo de los medios de comunicación», explica Correa, quien cree que existe «una reconfiguración del mundo mediático» en el país tras las elecciones.
María Fernanda Flores sostiene que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, está detrás de la venta de Globovisión a empresarios cercanos al Gobierno y no duda en afirmar que «se va a convertir en el hombre más poderoso» y que él es el «auténtico enemigo de Maduro». Flores, que trabajó veinte años en el emblemático canal de noticias, ve con tristeza cómo la llegada de los nuevos propietarios está cambiando la esencia de esta televisión. Una de las primeras decisiones del canal en su nueva etapa fue dejar de retransmitir las ruedas de prensa de Henrique Capriles, líder de la oposición, quien calificó esta operación como un «cerco mediático» del Gobierno de Maduro
Periodistas consultados por este diario barruntan la idea de que la intención de los empresarios que han comprado Globovisión puede ser la de conducir a la empresa a una situación de pérdida de credibilidad y prestigio. En los últimos años, este canal ha sido el altavoz de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática. «Un gran porcentaje de votos conseguidos por la oposición en las elecciones presidenciales se han conseguido gracias a las informaciones de Globovisión», asegura Flores, quien augura que tras las televisiones privadas, «ahora van a empezar con la Prensa escrita».
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