Venezuela
El chavismo congela el revocatorio contra Maduro
La MUD convoca una protesta para el próximo miércoles en todo el país tras la paralización del proceso contra el presidente venezolano, que prohibió la salida del país a una decena de opositores
La MUD convoca una protesta para el próximo miércoles en todo el país tras la paralización del proceso contra el presidente venezolano, que prohibió la salida del país a una decena de opositores
El Gobierno dio su estocada por sorpresa. Cuando todo el mundo esperaba que el Tribunal Supremo volviera a entorpecer el proceso, en la retaguardia aparecieron tribunales regionales que se encargaron de hacer el trabajo sucio, para que posteriormente el Consejo Nacional Electoral –CNE–, fiel a los mandatos de su amo, diera la puntilla. «Touché»: el árbitro electoral de Venezuela paralizó, hasta nuevo aviso, el proceso para activar un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. La decisión elimina virtualmente la posibilidad de que la coalición opositora logre convocar el plebiscito este año, como buscaba. Si Maduro fuera revocado después del 10 de enero de 2017, sería su vicepresidente quien culminaría el mandato hasta principios de 2019, y el chavismo seguiría en el poder.
Otra prueba de fuego para la oposición, que de nuevo se encuentra en la encrucijada. La alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó ayer una protesta el próximo miércoles en todo el país denominada la «toma de Venezuela». «Ese día va a ser el inicio de una movilización en todo el país, ya lo habíamos alertado, el próximo miércoles vamos a tomar Venezuela de punta a punta, en cada rincón del país, espero ver al pueblo movilizado para restituir el hilo constitucional», afirmó el opositor Henrique Capriles en una conferencia de prensa junto al resto de dirigentes de la MUD. Capriles, ex candidato presidencial y principal impulsor del revocatorio, aseguró que esta movilización no será como la manifestación multitudinaria en Caracas del pasado 1 de septiembre, en la que los opositores se retiraron a la una de la tarde, sino que tendrá lugar en los 23 estados y en la capital del país. Pero el tiempo juega en contra de la oposición mientras que las provocaciones siguen calentando esta bomba de relojería llamada Venezuela. «No podemos caer ni en la violencia ni en la sumisión, no podemos caer ni en la respuesta violenta, ni podemos aceptar mansamente esto que está ocurriendo. Vamos a un proceso de lucha no violenta, de resistencia pacífica», declaró el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús «Chúo» Torrealba.
Concretamente el CNE dijo que dio instrucciones de posponer la recolección del 20% de las firmas de cada estado prevista para el 26, 27 y 28 de octubre, el último trámite que debe cumplir la oposición para conseguir la convocatoria a una consulta popular. «Alertamos al cuerpo diplomático en nuestro país de que el Gobierno hoy empuja a un escenario muy peligroso y de aumento de la crisis», dijo el líder de la oposición y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, en su cuenta de Twitter. «Maduro se declaró en desobediencia, no respeta la Constitución, hoy abandonó el país y va vía de abandonarlo todo. Qué después no chille», agregó el gobernador de Miranda.
Maduro y sus seguidores han denunciado irregularidades en la primera etapa de recolección de firmas para activar el revocatorio en su contra y acudieron a la Justicia para pedir que investigue lo que consideran es un fraude. Miembros del partido oficialista presentaron la denuncia meses atrás, argumentando que hasta un 30% de los casi dos millones de firmas presentadas en mayo para dar salida al proceso correspondían a personas fallecidas.
Sin embargo, el CNE validó un númerode firmas superior a las requeridas para cumplir el siguiente paso, de recolectar un 20% de los inscritos en el registro electoral, o unos 4 millones de electores. Aquel proceso contó con el aval de representantes de ambos bandos políticos. De hecho, el órgano estaba finiquitando los detalles para la recolección programada para la próxima semana.
Pero la jugada podría ser doble. Además de paralizar el revocatorio, la medida cautelar podría resultar el pistoletazo de salida de otra caza de brujas. «Esperamos que la Justicia llegue y se realicen detenciones contra los responsables del engaño que le han hecho al pueblo», dijo en tono amenazante el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.
Ayer, el legislador opositor Julio Borges denunció que un tribunal del estado de Carabobo ordenó la prohibición de salida del país a algunos dirigentes, entre ellos Capriles y Torrealba, en medio del proceso judicial que promovió el oficialismo. Por su parte Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, aseguró que en Venezuela se vive «una dictadura producto de un golpe de Estado continuado». Para el representante del Parlamento, «un Gobierno democrático consulta al pueblo» mientras que «una dictadura le huye a la consulta electoral». Allup aseguró que el Gobierno «mata» el referéndum revocatorio en contra de Maduro porque el país vive en dictadura. «Simplemente no hay estado de derecho», sostuvo.
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