Acuerdo nuclear
Israel, listo para atacar a Irán en solitario
El Ejército hebreo planea atacar las instalaciones nucleares iraníes en caso de que fracasen las negociaciones entre Teherán y las grandes potencias
Ante la renovación de las conversaciones ayer en Viena, en que las grandes potencias (China, Francia, Rusia, Alemania, Reino Unido) e Irán siguen negociando la posibilidad de retomar el acuerdo nuclear de 2015, en Israel cunde el escepticismo y se valora abiertamente la opción de una acción militar unilateral contra su archienemigo. El acuerdo, firmado por la Administración de Barack Obama junto a Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, preveía la retirada de las sanciones económicas norteamericanas a cambio de limitar y supervisar internacionalmente el enriquecimiento de uranio por parte del régimen de los ayatolas.
En 2018, Donald Trump retiró a su país del acuerdo y reimpuso las sanciones, e Irán replicó sobrepasando los límites establecidos para el enriquecimiento de uranio, alcanzando niveles del 60% de pureza. Para obtener bombas atómicas, se requiere llegar a un nivel del 90% de enriquecimiento.
En la última sesión negociadora en Viena a principios de este mes, se alejaron las posturas, ya que los negociadores europeos acusaron a los iraníes de imponer demandas inaceptables. Aparentemente, Teherán exige retirar las sanciones antes de volver a limitar su programa nuclear. Las negociaciones se mantuvieron congeladas durante cinco meses, tras la elección del ultraconservador Ebrahim Raisi como nuevo presidente de Irán.
Israel considera el plan nuclear iraní como una amenaza existencial, pese a que Teherán insiste en la intención pacífica y civil de su programa. Ante la evidente intención de Joe Biden de reprender el acuerdo con Teherán, desde Jerusalén se exige una postura más dura por parte de EE UU y de la comunidad internacional.
El Estado judío no está incluido en la negociación de Viena, y avanzó que está «preparando una alternativa». Hace tres semanas, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, notificó a oficiales estadounidenses que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ya preparan un eventual ataque sobre las instalaciones nucleares iraníes.
«Por supuesto, preferimos actuar en cooperación [con la comunidad] internacional, pero si es necesario, actuaremos solos. Nos defenderemos solos», indicó el jefe de la diplomacia hebrea, Yair Lapid, ante el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento israelí.
Por su parte, desde Washington confirmaron que su ejército podría valorar ejercicios militares conjuntos con las FDI para ensayar bombardeos en Irán, en caso de que las negociaciones finalmente colapsen. Israel ya habría aprobado un plan de más de un billones de euros para preparar la posible ofensiva, que servirán para financiar cazas de combate, drones para recabar inteligencia, y armamento especial capaz de atacar instalaciones fortificadas bajo tierra en el país persa.
Por su parte, Irán puso en marcha la maquinaria propagandística de la guerra psicológica. Hace una semana, su cuenta de Twitter estatal publicó un mensaje en inglés y hebreo: «Tan solo probadnos y ya veréis». El eslogan iba acompañado de un mapa de Israel repleto de cerillas, que marcaban con puntos rojos los objetivos que podría bombardear. Con ello, pretendería quemar y eliminar el Estado judío en 2022. Días antes, el diario oficialista «Teheran Times» publicó una amenaza similar en portada, bajo el titular «Un solo movimiento en falso» conllevará una «mortífera respuesta».
El portavoz del Ejército iraní, Abolfazl Shekarchi, recordó la inamovible premisa del régimen: «No nos retiraremos ni un milímetro de nuestra promesa de aniquilar a Israel. Queremos destruir el sionismo en el mundo».
En la víspera de Nochebuena, Irán finalizó un ejercicio militar de cinco días con el lanzamiento de 16 misiles balísticos. Con ello, alertó a Israel de que se trató de un ensayo para el ataque a sus instalaciones nucleares en el desierto del Negev. «Los misiles alcanzaron y eliminaron los objetivos fijados. Son parte de los cientos de proyectiles capaces de destruir un país que fantasea con atacar Irán», afirmó Mohammad Bagueri, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas iraníes.
Los misiles balísticos hicieron volar por los aires una reproducción del complejo nuclear israelí en Dimona. «Con la simulación de sus instalaciones atómicas, la Guardia Revolucionaria practicó con éxito el ataque a este centro vital para el régimen sionista», apuntó la agencia Tasnim. Para ello, se utilizaron diversos misiles –incluidos de crucero–, capaces de alcanzar distancias de 350 a 2.000 kilómetros. Irán demostró su capacidad de golpear al estado judío, así como bases de Estados Unidos en Oriente Medio.
Tras el ejercicio militar, saltaron las alarmas entre los participantes de las negociaciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico catalogó el lanzamiento de misiles balísticos como «una amenaza para la región y la seguridad internacional». Y prosiguió: «Supone una violación de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que urge a Irán no llevar a cabo actividades relacionadas con artefactos que podrían portar armas nucleares».
Ante la guerra dialéctica, Teherán presume de fuerza militar a la vez que mantiene abierta la carta diplomática. «Somos serios respecto a la opción de lograr un acuerdo si se allana el terreno. El hecho de que todas las partes sigamos hablando demuestra que pretendemos acercar posturas», declaró el negociador iraní en Viena, Ali Bagueri.
Para Amos Yadlin, ex jefe de la inteligencia militar israelí, Estados Unidos se prepara para un escenario de colapso de las negociaciones. «Si hay acuerdo no será bueno, y si no lo hay, el primer ministro israelí deberá tomar la gran decisión: no hacer nada o atacar». Y concluyó: «Israel tiene la capacidad militar de atacar, pero el problema reside en lo que pasará después. Hay muchas consideraciones sobre la mesa».
Antes de retomar la negociaciónn, Teherán exigió a EE UU y a sus aliados que le permitan reanudar la exportación de petróleo, un sector vital para su afectada economía. «Queremos vender fácilmente y sin barreras, y que el dinero llegué a los bancos iraníes», exigió el jefe de la diplomacia.
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