Los Ángeles
«Me canso de verme en las revistas»
Lindsay Lohan, la actriz más rebelde de Hollywood, regresa a las pantallas con la comedia «Un trabajo embarazoso», su primer papel de mujer adulta
Más allá de su carrera como actriz, Lindsay Lohan se ha convertido en una de las estrellas más polémicas que ha visto Hollywood en los últimos años. Su afición a las fiestas y su paso, con apenas 22 años, por dos clínicas de desintoxicación han servido para que su fama se dispare. Protagonista en su infancia de películas de Disney, Lohan pertenece a esa nueva hornada de jovencitas dispuestas a comerse Hollywood con muchas dosis de ímpetu, belleza y temperamento. La actriz confiesa ahora que está probando suerte en su faceta de diseñadora y empresaria, aunque esta semana estrena en España la película «Un trabajo embarazoso».-Dicen las revistas que le gusta mucho salir de juerga; de hecho, la llaman «la chica de las fiestas». ¿Cree que se preocupan demasiado por usted?-No entiendo por qué se me acusa constantemente, una vez que empiezas a trabajar en esta industria y tienes éxito todo el mundo decide opinar sobre ti. La gente puede pensar lo que quiera y yo lo respeto, pero me indigna que se quieran vender revistas a mi costa inventando historias. Yo solía leer todo lo que se escribía sobre Britney Spears, y no voy a negar que me lo creí todo hasta que la conocí y entendí que hay que poner siempre las cosas en cuarentena. Me río de lo que escriben sobre mis salidas nocturnas, porque es cierto que me gusta estar con amigos, pero no por eso hay que esperar siempre lo peor de mí.-También afirman que es anoréxica...-Todo el mundo atraviesa ciertas etapas durante su vida en las que no está cómodo consigo mismo, hay que aprender con la experiencia y ganar en confianza para brillar como ser humano. A todos nos gusta que nos consideren atractivos, pero es frustrante cuando me acusan de anoréxica, sobre todo porque tengo una hermana pequeña y soy muy consciente de que ese tipo de temas pueden afectarla. Le diré algo: he aprendido a aceptarme y estoy muy contenta con mis curvas.-¿Cambia su color de pelo con cada película que interpreta?-Gracias a las extensiones puedes cambiar constantemente de peinado. A mí me gusta experimentar, sólo se vive una vez, y a mi edad eso es divertido. Muchas veces me obligo en los rodajes a utilizar pelucas para no estropear tanto mi pelo, Hay tantas fotos mías por todos los sitios que hasta yo me canso de verme en las revistas, créame.-Ha pasado de interpretar personajes adolescentes a papeles de mujer adulta, como éste de «Un trabajo embarazoso». ¿Cómo lo lleva?-Es terapéutico. Además, esta película fue fantástica, porque me dio la oportunidad de bucear en una parte de mí más madura. -¿Cómo es su vida en realidad?-Aparentemente sólo voy a clubes, pero la verdad es que paso mucho tiempo con mi familia y mis amigos.-Debe ser duro crecer con la sensación de que te observan...-Mucho. Yo he madurado frente al público, y eso me ha hecho crecer mas deprisa. Si mis amigas salen por la noche, yo no puedo hacerlo, porque siempre hay alguien que toma una foto o se inventa cosas. Parece como si todo el mundo quisiera escribir sobre lo que estoy haciendo. -¿Alguna vez ha sentido la responsabilidad de ser «cool»? -¡Por supuesto! No quiero acabar en la lista de las peor vestidas. Cuando critican tus trajes o tus «looks» hacen que te sientas horrible, pero resulta importante mantener una actitud y tratar de ir cómoda con lo que te gusta sin que te importen las opiniones ajenas.-Otra famosa actriz, Julianne Moore, dijo una vez que no era fácil ser pelirroja. ¿Qué tal lo lleva usted?-Odiaba mi pelo , aunque ahora me encanta. Ya no es difícil ser pelirroja; al contrario, lo encuentro estupendo, porque me hace muy diferente del resto.
Un regreso a mediasHollywood siempre ha confiado en Lindsay Lohan. Niña prodigio de sonrisa perfecta, parecía destinada a convertirse en la nueva novia de América. Pero de momento no lo ha logrado. Aun así, los productores de la Meca del Cine se obstinaron durante un tiempo en salvarla del agujero en que se había metido, hasta el punto de ofrecerle papeles codiciados por otras actrices menos problemáticas. Primero fue una adaptación de «Una mujer sin importancia», de Oscar Wilde, personaje que le arrebató Jessica Biel. Después llegó «La pérdida de un diamante lágrima», texto inédito de Tennesse Williams, que fue a parar a manos de Bryce Dallas Howard. Ahora, con su regreso, puede que le lluevan de nuevo los guiones. En su mano estará cumplir el sueño de América de convertirla en su novia formal.
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