IU rechaza pactos con el PP e inicia el cortejo al PSOE mirando a la Junta

Nunca antes a la coalición de izquierdas se le había presentado un horizonte con tantas expectativas pese a que su resultado del domingo fue la foto fija de hace cuatro años: apenas 15.018 votos y 14 concejales más en toda Andalucía. La directriz a nivel nacional y en Andalucía es que no habrá «pactos globales» con ninguna formación. Sin embargo, está claro que las negociaciones se dirigirán hacia el PSOE. Valderas ya subraya que «por acción de Izquierda Unida no habrá gobiernos del PP, ni cabe ningún elemento de acuerdo de gobierno. Más claro, el agua».

En la anterior legislatura PSOE e IU ya mantuvieron un pacto de gobernabilidad a nivel regional que pasó, por cierto, por momentos turbulentos. Uno de los de más tensión se vivió en el verano de 2009, cuando los socialistas arrebataron la Alcaldía del municipio sevillano de La Algaba tras presentar una moción de censura a IU. El pacto peligró, la onda expansiva de la crisis se extendió a ayuntamientos cercanos como Carmona y Cantillana, pero al final el acuerdo siguió adelante porque había interses mayores como el Ayuntamiento de Sevilla. Ni siquiera el fichaje de Rosa Aguilar de la Alcaldía de Córdoba hizo que se quebrara el pretendido pacto de progreso.

Ahora IU tiene muchas opciones de tocar poder de la mano socialista. Además de los pactos municipales, tiene la última palabra en la Diputación de Huelva –donde PSOE y PP empataron a 13 e IU tiene un diputado–, pero lo que verdaderamente está en juego es la Presidencia de la Junta, que se pondrá sobre el tapete en marzo de 2012 si no hay adelanto electoral. El caso de Extremadura, donde IU es clave para el PSOE de Fernández Vara, ha puesto a cavilar a los dirigentes de la coalición de izquierdas.

El cortejo entre PSOE e IU ya ha empezado. O empezó justo antes de la campaña electoral. En el último Pleno del 14 de abril el presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, cerró su última respuesta a Valderas de esta forma: «Podemos discrepar, pero diga usted también cuál es su proyecto y, sobre todo, qué alternativa persigue con eso de las elecciones anticipadas, porque sería bueno que todos los andaluces conocieran dónde se quiere ubicar usted, si ahí o aquí».

El explícito ofrecimiento lo acompañó Griñán con un contundente movimiento de brazos, indicando la bancada del Ejecutivo y la de la oposición. El martes, sin ir más lejos, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, dijo tras la reunión del Consejo de Gobierno que los «los resultados darían una mayoría progresista» si se trasladaran al terreno autonómico. Debió contar votos: la suma PSOE-IU aventaja en 200.000 sufragios el respaldo conseguido por el PP, que supera los 1,6 millones de votos.

Los primeros movimientos ya se están produciendo sobre este tablero. PSOE e IU han mostrado su coincidencia en la necesidad de garantizar un gobierno «estable» en Pilas (Sevilla). Asimismo, el candidato del PSOE a la Alcaldía de Benalmádena, Javier Carnero, anunció ayer un pacto de gobierno con IU y Unión Centro Benalmádena (UCD), que situará a los socialistas al frente de un Ayuntamiento gobernado hasta ahora por un Partido Popular. Se da la circunstancia de que Carnero fue elegido alcalde tras las elecciones de 2007 al suscribir una alianza con IU y Unión del Pueblo de Benalmádena (UPB) si bien una moción de censura interpuesta dos años después por el PP le arrebató el bastón de mando.

La euforia «azul», a las puertas del Parlamento andaluz
Difícilmente disimularon la euforia algunos de los candidatos del PP que ganaron las elecciones el pasado domingo. Los futuros alcaldes de Jerez, María José García Pelayo; de Valver del del Camino, Dolores López; de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; y de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, posaron ayer de esta guisa junto con el presidente del PP-A, Javier Arenas, a la entrada del salón plenario del Parlamento.