Eurovisión
Nebulossa, lo que hay tras su peculiar historia de amor: "Me enrollé con mi canguro"
El dúo musical que representará a España en Eurovisión ha llegado a estar en boca de todos por su letra provocativa y su llamativo vestuario
Comienza la cuenta atrás para que de inicio uno de los momentos más esperados en el panorama musical. Eurovisión llega cargada de sorpresas para los eurofans, desde la esperada puesta en escena de Croacia -que llega con una de las canciones más aclamadas en las “PreParties” de Eurovisión- hasta la apuesta de España por Nebulosa con “Zorra”. Lo cierto es que, dejando de lado sus posibilidades en el festival, ya sea por su atrevida letra o su llamativo look, la representante de España ha estado en boca de todos.
La realidad, cuente o no con la receta para coronarse en el escenario del festival europeo, es que una de las cosas que más ha llamado la atención es la peculiar historia de amor entre María Bas, de 55 años, y Dassousa, de 47. Se sabía que este característico dúo musical formaba también un matrimonio, pero lo que ya no era tan conocido fue el cómo se enamoraron. Y no se trata de una historia que pretendan ocultar, debido a que ya lo dieron a conocer en su etapa en la preselección española.
María Blas fue la niñera de Mark cuando eran pequeños. Este fue su primer contacto y el desencadenante a toda una vida juntos. Sus padres eran grandes amigos y la cantante, cuando era adolescente, ejercía de cuidadora los fines de semana que Mark se quedaba solo. “Ella me cuidaba de pequeño. Vamos, que me enrollé con mi canguro”, llegó a bromear hace unos meses sobre una situación que, vista sin contexto, puede llegar a ser un tanto peliaguda.
La pareja lleva más de 20 años de matrimonio y tienen dos hijos fruto de su relación: una hija de 23 años y uno más pequeño de 11. Su pasión por la música les ha llevado a buscar lo que está siendo una gran oportunidad, pero la pareja tiene una vida estable con dos negocios entre manos. Uno es un spa y centro de estética, herencia de la madre de Bas y ahora pretende que pase a manos de su hija. El otro es un proyecto en común que empezaron hace algo más de 20 años, Atomic Studio, un estudio de grabación con el que empezaron a sentir el gusanillo de la música.