Entrevista

Jesús García: «El caso Anabel ha metido miedo a los padres novatos»

El Presidente del Instituto Madrileño de Pediatría es la voz de los médicos que evalúan a los menores en casos como el de Alma. Pide cautela y mirar el caso con cierta lupa

Jesús García Pérez, pediatra
Jesús García Pérez, pediatraCedida

El caso Anabel Pantoja ha pasado de las revistas del corazón a abrir los telediarios. La situación todavía es confusa. Mientras que la Justicia sigue su curso, hablamos con el presidente del Instituto Madrileño de Pediatría para aclarar dudas y examinar la repercusión que llega a las familias sobre la situación de la sobrina nieta de Isabel Pantoja.

¿Qué tiene que pasar para que se abra en España una investigación como la de Anabel Pantoja y su pareja?

Se le hace una exploración exhaustiva al bebé para elaborar lo que llamamos un juicio clínico. Entonces, en esa exploración empezamos a ver alguna sintomatología que no nos parece, digamos, ordinaria, sino extraordinaria. Hacemos una valoración muy concreta, y si tenemos una duda razonable, anotamos una observación en el informe. Ante esa situación destacamos «presunto», siempre «presunto niño en riesgo social». Después notificamos al juez y al fiscal, y ya intervienen otros profesionales conjuntamente, como pueden ser los psicólogos y médicos forenses. De no hacer todo esto, caemos en lo que se llama «negligencia por omisión de deber» y eso está penado. Nosotros no somos jueces, somos testigos oculares objetivos No queremos demonizar a los padres, sino proteger al menor, que es de lo que se trata.

Durante estas semanas Anabel Pantoja está acudiendo con su hija a las revisiones pertinentes, ya que el protocolo en estos casos exige un seguimiento exhaustivo, ¿no es así?

Si existen efectos secundarios como consecuencia de ese posible traumatismo, es por eso que se hacen controles. Son pruebas que se hacen siempre en estos casos porque la evolución hay que seguirla. Esos padres pueden ser inocentes resultar que todo se deba a algo accidental. Eso es lo que están dilucidando.

Anabel Pantoja y David Rodríguez, con su hija en una terraza
Anabel Pantoja y David Rodríguez, con su hija en una terrazaGtres

Parte de la opinión pública les ha sentenciado desde el momento que se pone sobre la mesa la frase «posible maltrato infantil», ¿no cree?

Hay que mirarlo con cierta lupa y hay que tener cuidado, porque para ellos puede tener consecuencias psicológicas terribles.

Hace unos días se filtró el auto de diligencias previas en el que se dice que «las lesiones de la menor son compatibles con movimientos violentos de aceleración-desaceleración» y «no se corresponden con mecanismos accidentales».

En mi opinión creo que este caso van a archivarlo porque parece que la juez no ve delito. Aquí hay que tener en cuenta el interés superior del niño, y si no se encontraran datos suficientes lo que hay que seguir es observando a la niña y a sus papás, pero hasta entonces no se puede demonizar a todo el mundo. Son los médicos los que tienen la sartén por el mango, los que han hecho cada una de las exploraciones y los que conocen a fondo su caso.

Hablemos del célebre síndrome del niño zarandeado, que es una de las causas de lesiones en muchos bebés.

Evidentemente hemos visto casos y voy a decir una cifra: en España hay una media de cien niños al año que sufren el síndrome del niño zarandeado. Zarandear es el movimiento, la agitación que se provoca a un niño, y es algo que muchas veces ocurre ante una situación vital, o bien por llanto excesivo, porque tiene hambre o por dolores. Como consecuencia de esto, los padres se encuentran nerviosos y alterados y cogen a los niños con ánimo de querer saber qué es lo que les pasa, por eso agitan. Los vasos sanguíneos del cerebro se pueden romper y originan una hemorragia cerebral, hemorragia retiniana o un edema cerebral, que es agua dentro del cerebro. Esto puede tener secuelas muy complicadas.

¿Ha tenido usted que dar algún parte con un caso similar?

Muchas veces. Por eso cuando he tenido dudas veo si hay incongruencias en lo que dice un progenitor u otro. Tenemos que darnos cuenta por si acaso nos mienten, teniendo cierta habilidad para hacer las mismas preguntas pero cambiadas de contexto, aunque he de decir que el 95% de las parejas son maravillosas. A raíz de este caso tan mediático he notado que vienen más padres con niños a consulta porque tienen miedo y están preocupados.