"Espejo público"

El día que Cayetano Rivera escribió una carta de despedida para sus hijos

"Siempre hay cosas que quedan en el aire que no nos decimos, como un 'te quiero', que no se dice tanto", dice el diestro

Cayetano Rivera en La Maestranza de Sevilla el 16 de abril
Cayetano Rivera en La Maestranza de Sevilla el 16 de abril GTRES

El pasado mes de noviembre, Cayetano Rivera anunció su retirada definitiva de las plazas de toros este 2025. Su marcha coincide con el 100º aniversario del comienzo de su dinastía, que empezó con su bisabuelo Cayetano Ordóñez; y además con el 20º aniversario de su debut en los ruedos. “Siento que es el momento de decir adiós”, expresó el diestro.

Una noticia agridulce que cayó como un jarro de agua fría sobre sus seguidores pero que todos sus seres queridos celebraron en nombre de su tranquilidad.

“Como hermano es muy buena noticia, pero como aficionado es una pena porque se va un torero muy bueno”, expresó Francisco Rivera. Sus allegados respiran aliviados porque el torero nunca más se jugará la vida ante un astado, una profesión de riesgo que en alguna ocasión le llevó a ponerse en lo peor.

De hecho, en una entrevista en “Espejo público” ha revelado que hace tiempo que dejó escrita una carta para sus hijos por si tras una de sus faenas no regresaba de la plaza, algo que hacen otros toreros: “No es algo que hagamos todos, no somos soldados. Es algo muy personal y cada uno es libre de hacerlo o no”.

Cayetano Rivera recuerda que “hubo un día que me desperté y escribí una carta a mis hijos, a Lucía y a Cayetano, por lo que pudiese ocurrir, porque son días importantes en los que uno sabe que tiene que dar ese paso y aceptar ese riesgo. Siempre hay cosas que quedan en el aire que no nos decimos, como un ‘te quiero’, que no se dice tanto”.

Cayetano Rivera en "Espejo público"
Cayetano Rivera en "Espejo público"Atresmedia

El diestro se sinceró ante sus hijos en esas misivas, que ahora se mantienen a buen recaudo, vigiladas por una persona de su máxima confianza: “Escribí una carta que guarda un muy buen amigo mío por si un día me pasase algo, que se la dé a mis hijos”.

Un bonito gesto que le hubiera gustado que su padre hubiera tenido con él. Paquirri falleció el 26 de septiembre de 1984 en Córdoba, dejando a tres hijos atrás: Francisco, de diez años; Cayetano, de siete; y Kiko, que solo tenía unos meses de vida.

“Claro, además en mi caso, que cuando se fue yo era tan joven. Hay tantas cosas que me hubiera gustado poder preguntarle, que me hubiera gustado tener algo escrito sobre cosas que él considerase importantes”, ha reflexionado el torero.