Anabel Pantoja cumple la promesa que hizo en el hospital en el peor momento de su hija

Anabel Pantoja está atravesando un calvario, al sentirse señalada por la justicia y por el público. Desde que su hija Alma entrase en el hospital, el foco mediático se ha fijado sobre ella. Más allá de los 18 días que permaneció bajo cuidados profesionales, todo se le complicó a los padres cuando el TSJC emitió un comunicado informando de la investigación que habían iniciado para determinar el origen de las lesiones que presentaba la pequeña. De esto ha pasado ya un mes y cuentan los días para que se cierre el caso. Primero rezaron para la pronta recuperación de su niña, para ahora hacerlo para que se acabe el proceso judicial y puedan retomar esa ansiada normalidad que tanto nombran la influencer y su pareja, David Rodríguez. Pero en este tiempo no solo han confiado en los médicos y sus abogados, sino también en un poder divino que les ha ayudado a no flaquear y a tener esperanza cuando todo flaqueaba.

A la espera de que la jueza se pronuncie y determine cuál es el futuro de los padres, Anabel Pantoja y David Rodríguez siguen con su día a día. Esto ha hecho que el fisioterapeuta regrese a su Córdoba natal, ciudad en la que vive y trabaja. Aquí aprovecharon para estar con la familia y los amigos de él, para después ella poner rumbo a Sevilla para hacer lo propio con los suyos. Con la casa de su madre Merchi como centro de operaciones, se le ha visto darse caprichos saboreando por pequeños placeres de la vida, como comer, ir de compras o tomar el sol, pero también cumplir una promesa que se hizo cuando todo era gris. Y es que se propuso visitar a Jesús El Cautivo para agradecerle su amparo, quizá también para pedir más de cara a lo que está por venir.

Anabel Pantoja, su madre y también muchos amigos de la familia pidieron a todos que rezasen por la salud de la pequeña Alma, cuando les costaba mantenerse positivos. Durante 11 días la niña estuvo ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva y se temía lo peor, pero todo cambió cuando subió a planta, donde permaneció una semana más. Después regresó a casa, dando un respiro a sus padres, que consideran que las plegarias dieron su fruto, además de la inestimable ayuda que prestaron los profesionales médicos y enfermeros del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria.

Así lo reconocía la propia Anabel Pantoja en su primer escrito viral desde que su calvario comenzó. Se refugió en su fe y ha considerado necesario corresponder a Jesús El Cautivo su protección, visitando su figura en la iglesia sevillana: “Tenía que venir a verte”, reconoce la influencer en la imagen que ha compartido en los stories de su cuenta personal de Instagram, donde atesora más de dos millones de seguidores. La Hermandad de San Gonzalo le agradece este gesto público, que da valor a su compromiso de cara a su multitudinaria audiencia.