Opinión
El diario de Amilibia: Bellara, ¿una jota en Kabul?
Con el pañuelo rojo, sí, y la kufiya a modo de chal tan favorecedor
No sé qué bebe Ione Belarra por las mañanas, si pacharán o carajillo, pero últimamente la veo muy salida de madre, tan cabreada como Bárbara Rey cuando dice: “Yo recibí unos malos tratos brutales. Y ni las de Podemos ni Sánchez me dijeron por ahí te pudras”. Está claro que lo de Iñigo Errejón, ex cofundador de Podemos, no ayuda. Ione ha confesado: “Sánchez ha dejado de representar los valores de la izquierda”. Entérese el universo: el Apolo de la Moncloa ya no es rojo, no al menos tan rojo como la navarra de los pezones enhiestos desea, no tan rojo como ella; el Apolo solo es del color que sus socios los secesionistas y la extrema izquierda le exigen. O sea, que ahora es casi un dios semáforo: amarillo para ERC, verde para Puchi y rosa para sus socios sumaritas, podemitas y demás.
A Ione también le enciende la ofensiva de Israel contra Hamás y Hezbulá y clama: “No se diferencia en nada de las cámaras de gas nazis”. Ya tiene dicho Bernard-Henry Lévy que “gran parte de la izquierda española sigue viendo a los asesinos de Hamás como miembros de un ejército de liberación”. Ahí está nuestra Ione, gritando “desde el río hasta el mar Palestina vencerá”. Quizá es de las que creen que si se diera hoy otro Holocausto, Hamás sería mucho más considerada con los judíos que los nazis por el actual precio del gas y la carencia de cámaras apropiadas. Pero su furia no le lleva a plantarse en Afganistán para protestar contra los talibanes que prohíben la voz de las mujeres y no las dejan hablar ni cantar en público.
No está lo suficientemente cabreada como para entonar una jota navarra en Kabul. Con el pañuelo rojo, sí, y la kufiya a modo de chal tan favorecedor.
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