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El desahucio de Sanchís, la venganza de Belén Esteban
Mañana el ex mánager de la contertulia debe salir de la casa de Villanueva del Pardillo
Mañana es el día de la gran venganza, el más doloroso para Toño Sanchís y su familia, pero el más feliz para Belén Esteban. Si este jueves, el ex representante de la contertulia no ha abandonado su chalet de Villanueva del Pardillo, se procederá a su desahucio. La Policía Judicial desalojará a los Sanchís del inmueble y un cerrajero cambiará inmediatamente la cerradura.
Dicho y hecho: la otrora “princesa del pueblo” pondrá en la calle al que fuera su mano derecha, el artífice de su éxito y el causante, a la postre, de sus mayores males. Belén y Toño eran uña y carne, casi hermanos, hasta que alguien avisó a la de San Blas de que las cuentas no cuadraban, de que su representante podría estar ocultando buena parte de sus verdaderas ganancias. Fue entonces cuando llegaron las primeras demandas contra el hombre que se ocupaba hasta de hacerle la declaración de la renta. Ella trabajaba y él controlaba los números. El “traidor” que se fue de la lengua lo tenía en su misma oficina. Tiraron de la manta y se vino abajo el castillo de naipes orquestado por Toño. Acusaciones de estafa, falsedad documental, engaño... El juez acabó dando la razón a la denunciante, cuya vivienda salió a subasta para hacer frente a la alta suma marcada en la sentencia, y Esteban se hizo con la casa.
No hace mucho, la “copresentadora” de “Sálvame” ya dejó claro lo que pensaba hacer con la propiedad: “Quiero recuperar lo que es mío. No es que vaya a hacer una fiesta el 5 de marzo, pero reconozco que no me da ninguna pena que les echen de allí. ¿Vivir en ese chalet? Mi intención es más bien venderlo, a ver si recupero todo lo que me quitó ese señor”.
La contertulia pujó hasta los 375.000 euros en la subasta para quedarse el chalet y descubrió que sobre el mismo pesaba una hipoteca de 260.000 euros más. Parece ser que Toño ya ha sacado parte de sus enseres de la vivienda, y se los ha llevado a una nueva casa que, dicen, tiene alquilada en Majadahonda. Pero, en cualquier caso, si mañana tiene lugar el desahucio, todo lo que quede dentro pasará a ser propiedad de Belén Esteban.
Las víctimas colaterales de este gran enfrentamiento mediático son los cuatro hijos de Toño y su esposa, Lorena Romero, que han tenido que soportar en el colegio las burlas de algunos compañeros malintencionados. El matrimonio presentó una demanda contra Mediaset en la Fiscalía de Menores de Madrid, solicitando que no se hablara, directa o indirectamente, de sus hijos en los programas del grupo audiovisual. Y ganaron el juicio. Pero han perdido todos los apoyos de aquellos a los que representaron. Tan solo la polifacética Olvido Hormigos sigue siendo fiel a quien la representa. En su etapa profesional más fructífera, representó a Boris Izaguirre, Álvaro Muñoz Escassi, Jorge Javier Vázquez y Mila Ximénez, entre otros.
Sin rastro del “capitán canalla”
A Toño Sanchís no se le ve desde hace varios meses. Ni tan siquiera ha aparecido al frente de su antiguo grupo musical, “La banda del capitán canalla”, del que era el cantante solista. Un nombre que, al final, parece encajar con sus “manejos” laborales. Ironías de la vida, el representante actual de Belén Esteban es Agustín Etienne, antaño hombre de la máxima confianza de Sanchís.
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