
Consumo de drogas
Los secretos ocultos en las aguas de Santiago: drogas, consumo y nuevas sustancias
El análisis de aguas residuales establece que la cocaína y el cannabis son las más usadas en la capital gallega, apareciendo por primera vez la ketamina

Las aguas que recorren las tuberías de Santiago de Compostela cuentan una historia que no todos conocen. Bajo la superficie de la ciudad, entre calles adoquinadas y plazas históricas, los residuos del día a día fluyen en dirección a la depuradora de A Silvouta, donde quedan registradas huellas invisibles del ritmo de la urbe. Y entre ellas hay un rastro químico que delata los hábitos de consumo de la población.
Así lo ha revelado el último estudio europeo de análisis de aguas residuales, publicado por el grupo SCORE en colaboración con la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA). Se trata del mayor proyecto de monitoreo del consumo de sustancias ilícitas a nivel europeo, un trabajo que cada año escanea el sistema de alcantarillado de más de 100 ciudades para detectar la presencia de drogas en el agua que los ciudadanos desechan.
¿Cómo se analiza la droga en las aguas residuales?
El método es tan ingenioso como revelador. En lugar de basarse en encuestas o registros hospitalarios, este estudio rastrea los metabolitos de las drogas, es decir, los residuos químicos que el cuerpo expulsa tras consumir estas sustancias. Estos restos llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales, donde los investigadores recogen muestras diarias durante una semana, en este caso en un período comprendido entre marzo y mayo de 2024.
Posteriormente, las muestras se analizan en laboratorios especializados para detectar y cuantificar seis tipos de drogas: cocaína, anfetaminas, metanfetaminas, MDMA (éxtasis), ketamina y cannabis.
Los resultados permiten estimar cuántos miligramos de cada sustancia se consumen por cada 1.000 habitantes al día en cada ciudad analizada, estableciendo además patrones de consumo según los días de la semana.
Santiago: cocaína y cannabis a la cabeza
En el caso de Santiago de Compostela, el estudio revela que la cocaína sigue siendo la droga más consumida, con una media de 609,79 mg/1000 habitantes/día. Sin embargo, esta cifra supone una ligera disminución respecto a 2023, cuando se situaba en 627,43 mg/1000p/día.
El día de mayor consumo es el sábado, cuando la presencia de cocaína en las aguas residuales aumenta hasta los 783,42 mg/1000p/día, lo que sugiere un patrón de uso principalmente recreativo ligado al ocio nocturno.
Por su parte, el cannabis también muestra una ligera bajada, situándose en los 54,32 mg/1000p/día, con los sábados, una vez más, como la jornada de mayor detección en aguas.
Uno de los hallazgos más relevantes del último estudio es la aparición por primera vez de ketamina en las aguas de Santiago, con un promedio de 3,97 mg/1000p/día. A diferencia de otras sustancias, que tienen su pico de consumo los fines de semana, en el caso de la ketamina los niveles más altos se detectaron los miércoles y jueves, lo que podría indicar un uso diferente al de otras drogas recreativas más vinculadas al ocio nocturno de fin de semana.
Asimismo, el consumo de anfetaminas ha aumentado en la ciudad, alcanzando los 10,93 mg/1000p/día, un incremento respecto a los últimos datos disponibles de 2022 (8,35 mg/1000p/día). Al igual que la cocaína, su consumo se intensifica los sábados.
Este estudio permite conocer qué drogas se consumen en Santiago, cómo y cuándo. Las cifras reflejan una clara vinculación del consumo de cocaína y anfetaminas con los fines de semana, mientras que la ketamina aparece en días más inesperados.
De este modo, el análisis de aguas residuales se consolida como una herramienta clave para la detección temprana de nuevas tendencias en el consumo de drogas, proporcionando datos que pueden ayudar en el diseño de estrategias de prevención y políticas de salud pública más efectivas.
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