Maternidad
Ser madre pasados los 40: los pros y contras según los expertos
En la sociedad actual, cada vez es más común que las mujeres decidan ser madres en etapas más avanzadas de la vida
En la sociedad actual, cada vez es más común que las mujeres decidan ser madres en etapas más avanzadas de la vida, y muchos optan por tener hijos después de los 40 años. Si bien la maternidad a cualquier edad es un viaje único y desafiante, ser madre a los 40 implica una serie de consideraciones que deben tenerse en cuenta. En este artículo, exploraremos los pros y contras de ser madre a los 40, según expertos, para ofrecerte una visión equilibrada de esta experiencia.
Dentro de los pros de hacerlo así, uno es el de contar con mayor madurez emocional y estabilidad. A medida que las mujeres llegan a los 40, suelen tener una mayor madurez emocional y una estabilidad en su vida personal y profesional. Esto puede traducirse en una capacidad superior para manejar las demandas emocionales y físicas de la maternidad. Según la psicóloga y experta en desarrollo humano, Dr. Laura Sánchez, “las mujeres que son madres a los 40 suelen estar mejor preparadas para afrontar los desafíos de la crianza debido a su experiencia de vida y estabilidad emocional”.
También de más capacidad económica y recursos A menudo, las mujeres que tienen hijos a esta edad ya están en una etapa más estable de su carrera profesional y han logrado cierta independencia económica. Esto puede facilitar el acceso a recursos para el cuidado del niño, educación y otros aspectos logísticos que pueden hacer más llevadera la crianza. Según un informe de la Universidad de Harvard, las mujeres mayores de 40 años tienen más probabilidades de contar con recursos financieros para proporcionar a sus hijos una vida cómoda y segura.
En cuanto a la paternidad compartida, ser más adultos debería aportarnos una mejor preparación. Al tener más años, las parejas tienden a estar mejor alineadas en sus metas y expectativas, lo que puede facilitar una distribución equitativa de las responsabilidades de la crianza. Esta colaboración activa en la paternidad puede llevar a un entorno familiar más equilibrado, lo que beneficia tanto a la madre como al niño.
Por último, mayor autoestima y autoconocimiento Muchas mujeres que deciden ser madres en sus 40 años tienen una mejor relación con ellas mismas y su identidad, lo que puede impactar positivamente en su capacidad para criar a sus hijos con amor, paciencia y comprensión. La autocomprensión y autoestima son claves para ser una madre más equilibrada y presente.
Contras de ser madre a los 40
Riesgos de salud para la madre y el bebé Uno de los mayores contras de ser madre a los 40 son los riesgos de salud asociados al embarazo. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), las mujeres mayores de 35 años tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como hipertensión, diabetes gestacional, y mayor probabilidad de parto prematuro. Además, las probabilidades de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, también aumentan a medida que se incrementa la edad materna.
Menor energía y resistencia física La maternidad requiere una gran cantidad de energía y resistencia, especialmente en los primeros años, cuando los niños demandan constante atención. A los 40, muchas mujeres pueden sentir que no tienen la misma vitalidad que tenían en sus 20 o 30 años, lo que puede hacer que las exigencias físicas de la crianza resulten más desafiantes. La falta de energía puede afectar el bienestar físico y emocional de la madre, y por ende, el de su hijo.
Preocupaciones sobre el envejecimiento y el futuro Muchas mujeres que tienen hijos después de los 40 se sienten preocupadas por el futuro, especialmente sobre lo que ocurrirá cuando sus hijos lleguen a la adultez. Según un estudio de la Universidad de Stanford, algunas madres experimentan un sentimiento de ansiedad relacionado con su edad, especialmente respecto a la longevidad y la posibilidad de no estar presentes cuando sus hijos necesiten apoyo a largo plazo.
Desajustes en la vida social y profesional Las madres a los 40 pueden enfrentar retos en su vida social y profesional, ya que el embarazo y la crianza pueden interrumpir planes personales o laborales. Además, la diferencia de edad con otras madres más jóvenes puede generar desafíos en términos de conexión social o la sensación de no encajar en ciertos grupos. Expertos en sociología familiar afirman que las madres de mayor edad a menudo experimentan un sentimiento de desconexión respecto a los grupos de apoyo típico.
Consulta médica previa al embarazo: Es crucial realizarse un chequeo completo antes de concebir. Esto incluye análisis genéticos, control de la fertilidad y una evaluación general de la salud.
Establece una red de apoyo: El apoyo de pareja, familia y amigos es fundamental para la crianza. Tener un sistema de apoyo emocional puede ayudar a sobrellevar las dificultades de ser madre en una etapa avanzada de la vida.
Cuida tu salud física y emocional: Mantén un estilo de vida saludable, incluyendo ejercicio regular y una dieta equilibrada, para tener la energía y la resistencia necesarias durante el embarazo y la crianza.
Planificación financiera: Tener un plan financiero adecuado es clave para proporcionar un ambiente seguro y estable para tu hijo, sobre todo en cuanto a educación, atención médica y otros gastos a largo plazo.
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