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¿Qué fue de... Juan Rosell?

El expresidente de la CEOE dejó la primera línea pública en 2018

Juan Rosell: «Aunque duela Rajoy tiene que curar al enfermo»
Juan Rosell, expresidente de la CEOElarazon

Juan Rosell Lastortras es un hombre inquieto y lector empedernido. Quiso ser periodista pero acabó siendo ingeniero industrial, tras hacer sus pinitos en Diario de Barcelona y TeleExpress. Quiso ser político, fundó Solidaridad Catalana y se presentó a las autonómicas de 1980 donde cosechó un sonoro fracaso, y cursó ciencias políticas en la Complutense, pero acabó siendo empresario. Quizá fue una premonición uno de sus primeros libros “Crear 80.000 empresarios”, la otra cara de la moneda de la promesa de Felipe González en 1982 de crear 800.000 puestos de trabajo.

Fue presidente de Foment tras el fallecimiento de Antonio Algueró y modernizó la patronal catalana llegando a acuerdos con los sindicatos de amplio calado como el Tribunal de Mediación amén de repetidos acuerdos de negociación colectiva e industriales. El mundo independentista intentó descabalgarlo en 2010, con el todopoderoso Jordi Pujol moviendo los hilos, y se impuso con contundencia. Ese mismo año se presentó a las elecciones de la CEOE sumida en una grave crisis por los escándalos de Gerardo Díaz Ferrán.

Nadie daba un duro por él pero fue presidente durante ocho años. Desde 2018 rehúye los focos mediáticos y no da su opinión de forma pública aunque si le preguntan Sánchez Llibre o Garamendi habla sin pelos en la lengua. Nunca los ha tenido porque no dudó en afirmar la necesidad de regular el derecho de huelga en 2012, cuando negoció las reformas laborales con los gobiernos de Zapatero o Rajoy, o cuando se posicionó contra el procés y al tiempo que defendía un fortalecimiento del autogobierno en Cataluña. Eso le valió ser víctima de acusaciones de tibieza desde el Madrid DF. Sus apariciones públicas se limitan a su presencia en actos empresariales.

Rompió hace unas semanas su silencio firmando una carta en la que pedía el regreso de Juan Carlos I a España. Se lo pidieron y Rosell es amigo de sus amigos. En 2018 se retiró y ha cumplido su palabra. Sigue siendo un “culé” empedernido y jugador de tenis. Aficiones que sigue cultivando, aunque jamás será presidente del Barça, mientras se mantiene activo al frente de las empresas familiares. Quizá convendría releer su último libro porque conlleva algo de visionario. Salió en 2007 con un sugestivo título “¿Y después del petróleo, qué? En aquel tiempo eso nadie lo veía. En 2025 el coche eléctrico es la -pen-última revolución.