Delito

El fiscal cree que el joven asesinado en un apeadero de Cantabria no pudo defenderse

El 3 de abril será la declaración de los dos acusados y el viernes se emitirá el veredicto

La Fiscalía de Cantabria ha afirmado este viernes que los dos jóvenes acusados de matar a otro en un apeadero de tren de la localidad cántabra de Boo de Piélagos, le pegaron cuando estaba caído y ya inerte, sin que pudiera defenderse.

La Audiencia de Cantabria ha elegido este viernes al jurado de un juicio que se prolongará durante toda la próxima semana, hasta el viernes, 4 de abril, cuando el jurado emita su veredicto.

El 3 de abril será la declaración de los dos acusados, de 19 y 20 años, para quienes la Fiscalía pide trece años de cárcel. Ambos se encuentran en prisión provisional desde la muerte del joven de 21 años.

Este viernes, en la primera sesión del juicio, la fiscal ha considerado que hay indicios suficientes para atribuirles un delito de homicidio doloso y ha subrayado que hay testigos presenciales.

Sin embargo, los abogados de los dos jóvenes acusados han pedido su absolución.

Sangrando y sin capacidad de reacción

Según la fiscal, los hechos comenzaron cuando la víctima se acercó a los dos acusados, sin conocerlos, dentro del tren y tuvieron "una discusión levísima sobre si le sangraba un pendiente de la oreja".

"Él (la víctima) baja del tren y los dos acusados le agreden. Parece que trata de defenderse, pero si trató de hacerlo lo hizo muy mal porque no pegó a nadie", ha aseverado la fiscal, antes de añadir que "nadie tiene lesiones" salvo el fallecido.

La fiscal ha añadido que la víctima sí recibió golpes "incluso" cuando ya estaba caído en el suelo del andén.

"Esto se pudo haber acabado aquí, han tenido una movida, han bajado del andén, le han pegado dos guantazos y se acaba el tema, cada uno se va a su casa. Pues no, cuando está caído, es cuando le propinan más golpes", ha advertido la fiscal.

El fallecido, según la fiscal, no tenía posibilidad de defenderse porque estaba caído en el suelo, sangrando y con la ropa de la parte superior del cuerpo subida, lo que "hizo que la capacidad de reacción fuera nula".

Y los acusados, tras los hechos, se fueron "tranquilamente a dormir" a sus casas pasando al lado de la víctima.

Para la Fiscalía, los hechos constituyen un delito de homicidio doloso con la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de superioridad, por lo que, además de los 13 años de prisión, ha solicitado diez de libertad vigilada y 14 de alejamiento y que no puedan comunicarse con los familiares del fallecido.

En concepto de responsabilidad civil, ha pedido una indemnización para los familiares de 163.000 euros, de la que deben responder de manera conjunta y solidaria ambos acusados.

La acusación particular ha calificado los hechos como delitos de homicidio y omisión del deber de auxilio, por los que ha pedido 12 años y medio de prisión, multa de 3.000 euros e indemnización conjunta de 170.496 euros para los acusados.

Los dos abogados de los dos jóvenes encausados han pedido al jurado que juzgue lo que van a ver durante las sesiones del juicio y "se olviden lo que han leído", ya que deberán determinar si es una muerte homicida o accidental, según informa Efe.

Uno de los acusados ha consignado 10.000 euros en concepto de reparación del daño, aunque "esto no significa aceptar que lo haya matado", ha dicho su abogado.

El juicio continuará el martes, 1 de abril, con las pruebas testifical y pericial.