Opinión

Culpable por corrupta

La derecha catalana vaga por el desierto culpando de sus males a ERC, al PSOE, y sobre todo, al PSC y a todo aquel que les diga que el rey va desnudo

AV.- El TSJC condena a Laura Borràs a cuatro años y medio de cárcel por fraccionar contratos en la ILC
El TSJC condena a Laura Borràs a cuatro años y medio de cárcel por fraccionar contratos en la ILCEuropa Press

Viriato y sus lusitanos resistieron hasta el final en Numancia. Pero perdieron. Laura Borràs, sin épica y sin vergüenza, también trata de resistir hasta el final significándose como la gran víctima de la persecución del Estado que no se creen ni los suyos. Los apenas un centenar de incondicionales a las puertas del Parlament son la prueba de la mala salud del radicalismo independentista. Nada comparable al 2017 donde ardía Barcelona. Ayer no ardió nada y el martes con el desembarco marciano de Clara Ponsatí tampoco. Ni siquiera el Europarlamento se molestó en analizar la situación. El valiente Puigdemont sigue camuflándose tras su ruinosa Casa de la República.

En el Parlament estaba la cúpula en pleno de Junts. Todos menos Trías que sigue intentando desentenderse de esa derecha catalana que abraza fórmulas antisistema y pseudorevolucionarias como Borrás, Ponsatí y Fredi Bentanachs, fundador de la organización terrorista Terra Lliure, con el que posó el candidato supuestamente moderado. La derecha catalana vaga por el desierto culpando de sus males a ERC, al PSOE, y sobre todo, al PSC y a todo aquel que les diga que el rey va desnudo.

Ahora tiene su oportunidad para enmendar el rumbo. Borràs resistirá recurriendo la sentencia esperando un milagro que no llegará porque no ha sido perseguida por independentista, ha sido perseguida por corrupta. Un error de un funcionario de Correos que dejó un sobre con billetes falsos en un buzón equivocado destapó todo un pastel. Borràs clama venganza y se flagela en público a pesar de que el tribunal le pide un indulto parcial par que no entre en prisión. Este indulto deja en fuera de juego la insidia de que es atacada por las cloacas del Estado.

Los suyos esperan que mueva pieza pero se aferrará al cargo. Los opositores harían bien en pedir cuentas a Junts para que la soberanía catalana tenga una presidencia no eventual en el Parlament. No se hagan ilusiones, ni Trías ni los que la quieren lejos moverán pieza a dos meses escasos de las elecciones. Seguirán conteniendo la respiración junto a ERC y, también, al PSC que no moverán pieza para desalojarla de su escaño y de su presidencia fantasma. Todos miran para otro lado al tiempo que esperan que la Junta Electoral le quite el escaño como hizo con Torra. Solo es necesario que lo pida un partido, y Ciudadanos lo hizo ayer raudo y veloz.

De la presidencia de Junts, apartarla es otro cantar. Jordi Turull, otrora moderado, ahora ha mutado en comando radical y se pondrá de perfil, al menos hasta el 28M. Seguirá al lado de Borrás aunque todo el tribunal la haya encontrado culpable. El voto particular considera que su culpabilidad es merecedora de 21 meses de cárcel, no de cuatro años y medio, pero culpable. Y lo más importante también defiende la inhabilitación, aunque la modula.

Borràs ha puesto fin a su carrera de forma vergonzante. Se rebelará como un animal herido y justificará una inocencia que solo existe en sus sueños oníricos porque jugar a repartir dinero público entre los colegas es delito por muy independentista o muy constitucionalista que seas. Te han pillado con las manos en la masa de la corrupción y lo honorable, como presidenta del Parlament, sería irse a casa a purgar los errores. Su actual posición es de berrinche, de mediocre que necesita victimizarse para ponerse en valor Y lo que son las cosas, ahora depende de Pedro Sánchez y, quizá, del propio Aragonés. Depende del indulto del malévolo PSOE. Veremos si no lo implora porque la confrontación con el Estado que preconiza, tanto Borràs como Ponsatí y tantos otros como Puigdemont, es ponerse de rodillas sin que se note y así echar las culpas a ERC. Borràs debería dejar el Parlament y la política. Junts tiene las cartas para hacerlo porque Borràs no aporta nada a la política catalana aunque ella no sabe que nunca aportó nada. Déjenos en paz.