
Extremo centro
Comidas, fiestas y orgías
Alegría se hace la víctima y no defiende a las prostituidas por sus compañeros de partido y del Consejo de Ministros

Es tranquilizador saber que el Gobierno de España no puede construir viviendas, pero sí puede contratar con absoluta libertad prostitutas para mantener durante años relaciones sexuales pagadas con dinero público. A los okupas no se les puede cortar la luz, pero el servicio de intervención, los secretarios generales técnicos y los jefes de sección no dicen nada sobre los enchufes.
El consejo de administración de nuestra mayor empresa ferroviaria incorpora al fotógrafo presidencial. Y nadie dice nada, salvo unos chavales en Ferraz que decidieron sacar a pasear muñecas hinchables, pensando que hacían humor cuando en realidad estaban rodando un documental.
En este contexto, esperaría una nueva carta a la ciudadanía, ahora con aún más amor y menos sentido del ridículo. Sin duda, hace falta abordar la digitalización de las prostitutas como gasto en Defensa. Y, de paso, algún tuit del presidente sobre proteger el honor de las mujeres a las que su Gobierno y sus compañeros de partido trataron y pagaron como prostitutas.
Otro hombre feminista, que convivió como vicepresidente durante años con Ábalos en el Gobierno, no ha dicho ni mu sobre el dichoso tema. Es curioso porque como empresario hostelero encuentra siempre tiempo para hablar de Errejón o del Rey emérito. En su ejemplar conducta feminista, él y sus cojonazos han decidido volver a presentar a su mujer como candidata a las próximas elecciones generales.
Los hombres feministas nos rodean a los paisanos conservadores de toda la vida. Los que nos sabemos con nuestras razonables imperfecciones vamos ganando calidad gracias a los hombres deconstruidos. Yo mejoro a los ojos de mi señora en sentido relativo cuanto más se conoce la vida privada de los políticos de izquierdas.
El Gabinete de comunicación que nos han montado en TVE, con las feministas Henar Álvarez, Inés Hernan y Silvia Intxaurrondo, decide esta semana que nos presenta como ejemplo de sugar daddy a un empresario famoso en la burbuja inmobiliaria de 2008, fallecido hace cinco años, que estuvo casado hasta el último día de su vida con la misma mujer y que crio cuatro hijos orgullosos de que Paco fuera su padre.
En este país, habría que coger a más de uno de la pechera. Y en cualquier caso plantearle a algunos guionistas del humor Contreras una demanda.
Es importante que asumamos que la mitad de los fondos europeos fueron a ADIF. Que las mascarillas fueron un chiste y que no era solo Ábalos: los que iban a comidas y fiestas y se repartían en esas cenas los fondos de reconstrucción destinados a la economía española eran la mitad de los ministros del Gobierno, con el acuerdo de Pedro Sánchez y la intervención de su mujer. El sanchismo es más grande que la vida. No se había visto en este país a un conjunto de arrebatacapas tan hortera.
El Gobierno nos dice rotundamente que lo deleznable son las palabras que se les dirigen y no las fiestas con prostitutas de libre designación.
Los compañeros y ministros socialistas organizan orgías con prostitutas a las que colocan en empresas públicas durante años. Las compañeras socialistas, como mínimo, guardan silencio durante años. Y los que tenemos problemas con la dignidad de las mujeres, al parecer, somos el resto.
No se les conoce en este momento ningún mensaje de apoyo a Jesica ni a ninguna de sus compañeras por haber sido prostituidas durante años por sus compañeros del Consejo de Ministros.
La reacción de Pilar Alegría habría sido legítima si la hubiera mostrado para defender a las mujeres que eran trasladadas en furgonetas para ser prostituidas por sus compañeros de partido y del Consejo de Ministros.
Hubiera sido admirable ver, en ese momento, ante Koldo, Santos Cerdán o Ábalos, esa actitud en las ministras, compañeras y políticas feministas del PSOE, levantando la voz para defender a Jésica o a la de Asturias. Ahora, simplemente parece una ministra intentando hacerse la víctima.
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