BLET. Estas son las siglas que cada vez sonarán con más fuerza en las Fuerzas Armadas y que responden a un macroproyecto militar estratégico considerado como una «palanca de la transformación» y la «punta de lanza de la digitalización»: la futura Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba. 85 hectáreas, 32 edificios inteligentes, 1.700 personas.... Son algunos de los «impresionantes datos» de este proyecto que pretende unificar los 12 centros logísticos actuales, tal y como enumeró el teniente general Fernando García y García de las Hijas, jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE). Unas instalaciones con las que buscan «estar preparados ante un futuro con nuevos retos» y que será «el epicentro de todo lo que está por llegar».

Se trata de una base del futuro, inteligente, hiperconectada, hipersensorizada, automatizada, con modernos laboratorios o centros de mantenimiento y con los últimas herramientas de ciberseguridad que pretende «cambiar la manera de trabajar y de hacer logística» señaló el teniente general. Y para ello contará con las últimas tecnologías y con el apoyo indispensable de la industria de Defensa nacional, la cual ha empezado ya a posicionarse en Córdoba.

«La logística es un aspecto crítico para las operaciones», destacó, haciendo hincapié en que el objetivo es «garantizar el incremento de la disponibilidad operativa, recuperar capacidades perdidas e impulsar nuevos desarrollos». «Una transformación por un mejor servicio a España».

Pequeñas empresas que quieren apoyar a los "gigantes"

En esta transformación del Ejército, con su Base Logística como uno de sus pilares, los uniformados cuentan con el apoyo de empresas de renombre. Sin embargo, en este camino, como se destacó durante el foro, tienen que jugar un papel importante las más pequeñas o las «startups». Tras la intervención del jefe del MALE, expusieron sus apoyos los representantes de Indra (Carlos Orube), Escribano Mechanical & Engineering (Elena Delgado) y Sicnova (Ángel Llavero). Las dos primeras, grandes referentes, plasmaron algunos de esos proyectos. En el caso de Escribano, que ha abierto sede en Córdoba, se centró en la sensorización de sistemas para detectar posibles fallos o en la Inteligencia Artificial. Indra, por su parte, trabaja en un sistema integrado de gestión logística (Sigle) y en otro de logística predictiva con Navantia (Silpre).

Junto a estas empresas estaba la española Sicnova, que, con 280 empleados y «mucho talento», ha trabajado con el Ejército americano. Bajo el brazo, un proyecto para fabricar o reparar piezas «cuándo y dónde se necesite», explicó su CEO, Ángel Llavero, quien llamó a los «gigantes» a contar con ellos para «ayudar a las Fuerzas Armadas a que sean un poquito mejores que el enemigo».