Trabajo

Estos son los trabajadores que tendrán que pagar una ‘cuota solidaria’ a partir de 2025

España tiene 21,32 millones de personas trabajando y contribuyendo a la Seguridad Social, mientras que casi 9,2 millones de personas están recibiendo pensiones

Por comunidades autónomas, los empleados de Navarra son los mejor pagados con 25.000 euros brutos anuales.
Por comunidades autónomas, los empleados de Navarra son los mejor pagados con 25.000 euros brutos anuales.larazon

A partir del primero de enero del próximo año 2025, los trabajadores con salarios altos tendrán que pagar un nuevo impuesto al que el gobierno ha bautizado ‘cuota de solidaridad’. Esta medida afectará a los empleados cuyos salarios anuales superen los 56.646 euros (o 4.720,5 euros mensuales) y su principal objetivo será arañar un poco más de dinero para pagar las pensiones públicas, especialmente para enfrentar el retiro masivo de la generación del 'baby boom'. Sin embargo, esta cuota no mejorará la base reguladora que calcula la futura pensión del cotizante.

¿A cuánto ascenderá la cuota de solidaridad?

La "cuota de solidaridad" se aplicará de manera progresiva y se dividirá en tres tramos según el nivel de ingresos que excedan la base máxima de cotización. Es el límite superior del salario sobre el cual se calculan las contribuciones a la Seguridad Social. Si alguien gana más que este límite, la parte que excede será la que se someta a la "cuota de solidaridad".

Además, esta base máxima se ajustará cada año según la inflación, con un recargo adicional de 1,2 puntos. Esto garantiza que la base máxima de cotización se mantenga al día con el costo de vida. O sea, que cuanto mayor sea el porcentaje con el que este salario supere esta base máxima, mayor será el porcentaje de la "cuota de solidaridad" que deberá pagar el trabajador.

Esta semana arrancó la Campaña de la Renta 2022, que se extenderá hasta el próximo 30 de junio
Esta semana arrancó la Campaña de la Renta 2022, que se extenderá hasta el próximo 30 de junioPexelsLa Razón

La "cuota de solidaridad" se implementará de manera gradual y alcanzará sus porcentajes definitivos en el año 2045. Durante este período de transición, los porcentajes irán aumentando poco a poco. Estos son los tramos:

  • Tramo 1:

A partir de 2025, se aplicará un 0,92% de cotización adicional al salario que exceda la base máxima hasta un 10% más; este porcentaje aumentará gradualmente hasta llegar al 5,5% en 2045.

  • Tramo 2:

Desde 2025, se aplicará un 1% de cotización adicional al salario que exceda entre un 10% y un 50% sobre la base máxima de cotización, porcentaje que aumentará gradualmente hasta alcanzar un 6% en 2045.

  • Tramo 3:

Desde 2025, se aplicará un 1,17% de cotización adicional para el tramo de salario que exceda más del 50% sobre la base máxima de cotización, y este porcentaje aumentará de manera gradual hasta alcanzar un 7% en el año 2045.

¿Quién pagará el nuevo impuesto?

Este recargo no solo afectará a los empleados, sino también a las empresas, que deberán asumir una parte de esta nueva cotización, siguiendo la proporción ya establecida para las cotizaciones por contingencias comunes, que son las contribuciones destinadas a cubrir riesgos como enfermedades, accidentes laborales y jubilación.

Actualmente, el total de la cotización por contingencias comunes es del 28,3% del salario del trabajador. Esto significa que, de cada 100 euros que un empleado gana, 28,3 euros se destinan a la Seguridad Social para cubrir riesgos como enfermedades, accidentes laborales y jubilación. De este 28,3%, la mayor parte la paga la empresa y una porción menor la paga el trabajador.

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Así, la empresa contribuye con un 23,6% del salario del trabajador, mientras que el empleado aporta un 4,7%. En términos porcentuales, esto se traduce en que la empresa cubre aproximadamente el 83,39% del total de la cotización (es decir, 23,6 de los 28,3 euros) y el trabajador cubre el 16,61% restante (es decir, 4,7 de los 28,3 euros).

Con la introducción de la nueva "cuota de solidaridad", las empresas tendrán que ajustar sus presupuestos para cubrir este incremento en los costes laborales, y evitar impactos negativos en su rentabilidad y operaciones.