Nadal ratifica en Acapulco y ante Norrie un 2022 perfecto

Acapulco terminó igual que el torneo de Melbourne y el Open de Australia, con Nadal levantando el título en el mejor arranque de temporada de su vida. Quince partidos, quince victorias y tres trofeos en 2022. Ya son 91 en toda su carrera. Inmejorable el comienzo de ejercicio para Rafa con 35 años y un físico que le está permitiendo disfrutar del tenis como no imaginaba hace apenas dos meses. Ante Norrie, el español se impuso por 6-4 y 6-4 en una hora y 55 minutos sin necesidad de ser brillante. Sólido desde el fondo, muy firme en el servicio y acelerando en los momentos clave. El Nadal de toda la vida para ganar su cuarto título en Acapulco.

Rafa alcanzaba la final sin hacer cedido un set y con la impresión de que la semifinal ante Daniil Medvedev había sido algo así como una final anticipada. En los otros tres partidos no había necesitado ir al límite como sí sucedió ante el ruso, que mañana se convertirá en número uno del mundo. Acapulco es un torneo en el que se siente muy a gusto y en el que ha competido siempre que se ha encontrado bien físicamente. Eso, al margen de los negocios turísticos que tiene en la zona. Enfrente estaba Cameron Norrie. El británico, número 12 del mundo, se destapó la pasada temporada como una de las raquetas más sólidas de la ATP. Y en México se había deshecho de jugadores muy diferentes. Altmaier, Isner, Gojowczyk y Tsitsipas confirmaron que el jugador campeón en Delray Beach es uno de los que está más en forma del circuito. Pero si hay una raqueta que está por encima del resto en lo que llevamos en 2022 es la de Rafa.

Arrancó con un revés paralelo a dos manos sobre el servicio del británico que fue una especie de aviso. Nadal tardó cuatro juegos en adaptarse a la propuesta de Norrie y a los casi 30 grados y 80 por ciento de humedad de Acapulco. La aparente solidez desde el fondo de su rival empezó a deshacerse cuando Rafa encontró bolas profundas, se mostró agresivo y conectó varios golpes ganadores tanto de derecha como de revés a dos manos. En el quinto juego aprovechó la primera oportunidad de break y la fiabilidad de Norrie se agrietó. Cuando el británico trataba de reengancharse, el zurdo recurrió a las dejadas y la solución no pudo ser más efectiva. Sin deslumbrar, el de Manacor ya mandaba. La desesperación se adueñó del británico en el arranque de la segunda manga. Sufrió otra ruptura y reventó su raqueta contra el suelo. El posterior amago de reacción, con break incluido, se quedó en el quinto juego. Cedió el servicio y Nadal ya no le dejó escapar.

El siguiente reto para Rafa será el Masters 1.000 de Indian Wells. En el desierto californiano, Nadal puede igualar los 37 títulos de la categoría que posee Novak Djokovic. Acapulco ha ratificado las extraordinarias sensaciones que encontró en Melbourne: “Después del esfuerzo de Australia llegar aquí y adaptarme a unas condiciones diferentes, mantener la concentración y la ilusión después de un éxito importante quiere decir que mentalmente estoy bien, con ilusión y motivación adecuadas para seguir”. Y la clave es que el pie izquierdo le está respetando: “Estoy pudiendo jugar sin limitaciones, algo que no pude hacer durante el último año y medio. En muchos momentos jugué con muchísimo dolor y problemas. Ahora mismo me siento liberado. Es una energía increíble y lo estoy disfrutando”.