Fórmula Uno
Newey y Verstappen, enemigos públicos números uno
El genio de Red Bull ha vuelto a crear un monoplaza que parece imbatible para el resto de escuderías. La incógnita es hasta dónde llegarán las evoluciones de Ferrari, Mercedes, Aston Martin y McLaren
Baréin acoge el arranque del Mundial de la F-1 en un momento en el que el campeonato vive uno de los mejores momentos de su historia pese al enorme dominio que ejerce Red Bull. Tras los ensayos libres de pretemporada, celebrados en el mismo escenario donde arrancará la competición, hay ya un claro favorito al título. El vigente campeón, Max Verstappen, se encamina hacia su cuarto entorchado a pesar de que sus rivales intentarán ponérselo más difícil. El primero será su propio compañero, Sergio Pérez, que después de firmar una temporada pasada horrible, tiene que apretar todo lo que pueda. Es su último año de contrato y todavía no ha renovado… En Ferrari también están por la labor, al igual que en Aston Martin e incluso en McLaren, que parecen haber dado un paso adelante. Igualmente, Mercedes está ya en la tesitura de volver a ganar después de dos campañas para olvidar sin apenas resultados.
Todo lo de verdad empieza hoy, pero lo que está claro es que ya hay un ganador, y por goleada, y ese no es otro que el director técnico de Red Bull, Adrian Newey. ¿Cuál es la razón? Cualquiera en su posición, después de arrasar en los últimos años, incluyendo un radical cambio de reglamento técnico que siempre provoca dudas, hubiera mantenido el esquema técnico que le ha dado los dos últimos campeonatos. Y nada de eso ha ocurrido.
El genio de la aerodinámica ha dado la vuelta al concepto de su monoplaza y ha creado un coche diferente con soluciones radicales y que ya han demostrado en pretemporada que funcionan a la perfección. El coche energético ha sido el más rápido en todos los aspectos y eso que se rumorea que corría con un modo de motor muy conservador…
Newey, a sus 65 años, es la prueba de que la experiencia vale mucho más que cualquier tecnología avanzada que haya en la actualidad o que cualquier joven ingeniero con nuevas ideas. El concepto del RB20 hace bueno el que inició Mercedes hace un año y que, meses después fue considerado un fracaso. De hecho, rectificaron y regresaron a un planteamiento más clásico. Ahora, Newey ha recuperado esas ideas y las ha perfeccionado para sorpresa de todos. Pero, ¿quién es Adrian Newey?
El inglés es un amante de los coches y un ingeniero que empezó en competición en los años 80. Destacó en equipos como March, ganó la Indy500 y desde ahí triunfó en la F-1 en escuderías como McLaren, Williams (en un monoplaza creado por él sufrió Senna el accidente en el que falleció) y, desde 2006, en Red Bull. Su fichaje fue algo parecido a lo que ocurre con Kylian Mbappé en el fútbol, ya que sus negociaciones duraron años e incluso hubo incumplimientos de compromisos previos que provocaron penalizaciones económicas. Empezó a trabajar con el equipo energético en 2006 y sólo cinco temporadas después ya ganaba campeonatos con Sebastian Vettel. Está considerado un auténtico gurú de la aerodinámica. Fue el que inventó los difusores soplados (una genialidad que aprovechaba los gases del motor girando en punto muerto cuando el piloto no tenía puesto el pie en el acelerador cuando pasaba por curva) o que el motor Honda, de repente, funcionara de maravilla en Toro Rosso (el equipo B de Red Bull) después del desastre protagonizado en McLaren cuando Fernando Alonso soñaba con repetir la hazaña de Senna en la misma escudería. Ahora, la unidad de potencia de Honda, tras el fiasco de McLaren, lleva ya dos títulos.
Desde 2015 a 2021 no pudo lograr campeonatos, pero es cierto que el motor que montaba Red Bull, suministrado por Renault, se quedó un poco atrás en comparación con su rival, Mercedes, que finalmente dominó la era híbrida del principio. El cambio de reglamento de 2022 albergaba esperanzas para que otros equipos tuvieran más oportunidades. Nada de eso. Newey volvió a hacerlo.
El británico ha recibido ofertas económicas mareantes por parte de Ferrari las cuales siempre fueron rechazadas ante su negativa de vivir en Italia. Además, a día de hoy, tiene un sueldo muy superior a la mayoría de los pilotos de F-1. Su salario oscila entre los 7 y 11 millones de euros e incluso, con el límite de presupuesto establecido por la FIA a los equipos de Fórmula Uno, esta partida ha supuesto un serio problema para encajar las piezas en el cálculo del equipo inglés.
Newey huye de la fama y cuando puede se escapa a Inglaterra para disfrutar de su colección de coches clásicos. Su retiro está cercano, aunque su forma de trabajar, con pizarra y el buen equipo del que se ha rodeado convierte al Red Bull de Verstappen en imbatible. En su contrato establece que no está obligado a acudir a todas las carreras. Él y su Red Bull son los enemigos públicos número uno.
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