Fútbol

María Tato y los rescoldos del "rubialismo"

«Las cosas merecen un cambio radical y debe haber nueva etapa», se asegura desde la RFEF después del cese de la responsable de la candidatura para la organización del Mundial 2030

María Tato, exdirectora de la candidatura del Mundial 2030
María Tato, exdirectora de la candidatura del Mundial 2030Europa Press

María Tato, máxima responsable de la candidatura para organizar el Mundial de fútbol de 2030, torneo que se disputará de manera conjunta en España, Portugal y Marruecos, ha sido «cesada de sus funciones» por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), aunque el informe que ha presentado no da indicios de que se haya «amañado» o «manipulado» ningún criterio para designar los estadios presentados a la FIFA. La RFEF recibió ayer de manos de Tato el informe técnico del Comité Ejecutivo de la candidatura con los criterios y baremos aplicados para la elección de sedes, los cuales dejaron a Vigo fuera del corte inicial de los once estadios elegidos y que están ahora en el centro de la polémica después de que «El Mundo» publicase que se habían manipulado las puntuaciones.

Según detalló el ente federativo, en el informe los miembros del Comité puntuaron con 20 puntos a los estadios de Cornellá-El Prat, en Barcelona, y Anoeta, en San Sebastián, frente a los 15 que se habían adjudicado anteriormente debido, tal y como les ha informado María Tato, a un error, ya que tanto al feudo del Espanyol como el de la Real Sociedad se les había puesto una puntuación de 15 que equivalía a «una intervención menor para ajustar la capacidad», pero que debía ser de 20 porque «solo requieren adaptación al acontecimiento».

La RFEF señaló que estos criterios se basaron en los marcados por FIFA para eventos como el Mundial Femenino de Brasil de 2027 y que fueron ajustados por los miembros del Comité Ejecutivo del Mundial, formado entonces por María Tato, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, así como de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación del Consejo Superior de Deportes, y del propio organismo gubernamental.

De estos tres miembros, Sanz y Mowinckel dejaron de pertenecer al proyecto al poco de la llegada de Rafael Louzán a la presidencia el pasado 16 de diciembre, mientras que Tato, la manager y principal responsable, fue cesada ayer mismo tras toda la polémica surgida por el desplazamiento del Estadio ABANCA Balaídos en favor de Anoeta y unos audios publicados que arrojaban dudas sobre un posible cambio de criterios.

La RFEF apuntó que el informe presentado por María Tato había sido valorado por su órgano de «Cumplimiento» y que tras presentarlo, la manager había «cesado de sus funciones», mientras que tanto Sanz como Mowinkel se habían mostrado a colaborar en lo que fuese necesario.

Tras una larga reunión, Álvaro de Miguel, secretario general de la RFEF, y Manuel Lalinde, director general, detallaron cómo se había desarrollado todo. «No dudamos del informe», aseveró De Miguel. «Se ha evaluado y entendemos que en virtud de ese informe ni se ha amañado ni se ha manipulado nada», añadió. De todos modos, el dirigente puntualizó que la RFEF no ha tenido en ningún momento «acceso a una gran información» por parte de los miembros de la candidatura, achacándolo también a la complicada situación institucional que estaba viviendo el organismo en aquellas fechas.

Sobre el por qué María Tato, que según la RFEF había puesto su cargo a disposición, había seguido pese a las salidas de los otros dos miembros, el secretario general dejó caer que era porque aún tenía cuestiones pendientes que resolver de las que se encargaba. «Creemos que las cosas merecen un cambio radical y que debe haber una nueva etapa. La candidatura ya quedó atrás y el reto ahora es organizar el Mundial», aseveró. De Miguel resaltó que todo el tema de las sedes «no es definitivo».