Maglia rosa
El Giro devuelve a Hindley lo que le quitó en 2020
Es el primer australiano que gana la carrera rosa. Landa es tercero y Juanpe, mejor joven
Dice Pedro Delgado que pudo haber ganado varios Tours más que aquel del 88, pero entre ellos no cuenta el del año anterior, el que perdió con Stephen Roche en la contrarreloj. Peleó con el irlandés hasta el final en plenitud física y lo perdió.
Se refiere Perico a aquellos en los que tuvo que retirarse por una caída o por el fallecimiento. Incluso al de 1989, cuando se enredó en la salida del prólogo y perdió unos minutos que ya no pudo recuperar.
Quizá Jai Hindley tampoco cuente el Giro de 2020 como una carrera que pudo ganar. La luchó hasta el último momento con Tao Geoghegan Hart. Llegó de rosa a la última contrarreloj, como este año, pero igualado a tiempo con el británico, que acabó llevándose la victoria.
Hindley aprendió de aquello y no quería que esta vez le pasara lo mismo. Por eso atacó en la Marmolada, el último puerto del Giro en la etapa del sábado, para distanciar a Richard Carapaz. Tres segundos de ventaja tenía el ecuatoriano. Suficientes para perder el Giro y Hindley no estaba dispuesto a que se repitiera la historia.
Recuperó siete segundos Carapaz en la contrarreloj, que le hubieran bastado para ganar su segundo Giro si no se hubiera derrumbado en la Marmolada el día anterior, donde Hindley le sacó 1:28, margen suficiente para tomarse con tranquilidad los 17 kilómetros y medio contra el reloj por las calles de Verona.
Hindley gana su primer Giro, el primero de un australiano, que también es el último de Alejandro Valverde. El murciano se despide de las carreteras esta temporada con 42 años cumplidos y undécimo, al borde de entrar entre los diez primeros de la general. «No me jugaba nada porque tenía a los rivales inmediatos muy alejados en la general y salí a disfrutar la contrarreloj y sufrir poco, así que conseguí los objetivos y estoy contento con el resultado final», reconocía el ilustre «abuelo» del pelotón.
Por delante de él, Juanpe López, décimo clasificado y mejor joven de la carrera. Nadie en este Giro ha vestido la «maglia» rosa más días que él, que la llevó durante diez jornadas. «Estoy sin palabras. Vine con el objetivo de ganar una etapa, pero todo esto, primero la maglia rosa y luego la blanca de mejor joven es algo que vino solo. Estoy emocionado», reconocía.
Pero no fue el primer español. Mikel Landa ha conseguido su segundo podio en una grande, el segundo también en el Giro, que pisó por primera vez en 2015, por detrás de Contador y de Aru. Pello Bilbao, su mejor escolta, fue quinto. Buenas noticias para un ciclismo en crisis.
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