Mucha percha y poca bravura
El decepcionante concurso de ganaderías fue un desparrame de ofensivas caras, escasas corpulencias y pobre fondo de bravura, por mucho que varios toros ofrecieron posibilidades
Creada:
Última actualización:
A Serafín Marín le tocaron en suerte un toro blando de Partido de Resina y otro desfondado de Peñajara. Guapo el primero y más llamativo el cuarto por su ensabanado pelaje, pero de escurridas carnes tras su imponente cara. Con ellos poco pudo hacer el diestro catalán, pues la invalidez preclara del primero se hizo latente desde el saludo capotero, más trastabillado que rebrincado, cumplió apenas en varas y a la muleta llegó sin poder para desplazar su nobleza. Serafín quiso llevarle entre algodones y robó algún muletazo de delicado corte, pero el toro jamás se afianzó. Mientas que al de Peñajara le recetó un intenso saludo a la verónica antes de querer lucirlo en el caballo, tercio que resultó curioso, pues Antonio Peralta movió el caballo sin acierto hasta que el propio matador le indicó desde y hasta dónde debía moverlo para motivar la embestida de un toro al que nunca agarró a la primera, ni en el sitio. Aún así, el público ovacionó al varilarguero. Inaudito. Y ahí se acabó lo que se daba. El Peñajara llegó agotado a la muleta, acortó su recorrido y se defendió hasta pararse. Serafín porfíó, pero se quedó sin materia prima.
Algo parecido le sucedió a Rubén Pinar, pues el aparatoso segundo, de Samuel Flores, muy serio por delante pero de escaso remate, fue vacío de raza y ni siquiera el aguerrido albaceteño consiguió robarle una embestida completa. Otra cosa fue el quinto, de más armónicas hechuras y clase bonancible, como adormilada por la justita casta que tenía y que necesitaba de una muleta más comprometida, una que le trajera enganchado y le llevara con pulso, no el látigo con el que Pinar optó por someterlo hasta que el toro entregó la cuchara.
La bolita se la había llevado Gómez del Pilar en la mañana. De entrada, le tocó en suerte el toro de Victoriano del Río, que sustituyó al rechazado de La Palmosilla. Un toro alto de agujas y de abierta cara que, tras cumplir en varas, se fue asentando y embistiendo con más calidad a medida que menguaba su intensidad. Noé firmó una labor intermitente, con varios buenos muletazos, pero también con no pocos desajustes, viéndose sorprendido en varias ocasiones. Aún así, se le jaleó con fuerza y fueron los fallos a espadas los que evitaron una más que probable petición. Y mejor aún fue el sexto, un toro corpulento de Pedraza de Yeltes que emocionó de verdad, esta vez sí, en el caballo, en el que peleó con entrega sincera, la misma que mostró después en la muleta, a la que embistió con poder, intención, fijeza y un punto de calidad cuando se le llevó templado y con autoridad, lo que no siempre ocurrió, pues Gómez del Pilar nunca se terminó de confiar, aunque contó con el favor del público que agradeció su actitud. Quedaron, eso sí, varios buenos derechazos, uno sensacional de rodillas en el inicio de faena, pero todo se esfumó nuevamente con la espada.
Al finalizar el festejo se anunció que "Sombrerero", nº 25, de Pedraza de Yeltes fue el vencedor del concurso de ganaderías, mientas que el trofeo al mejor picador fue para Antonio Peralta y el de mejor lidiador fue declarado desierto.
Domingo 24 de septiembre de 2023. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Concurso de ganaderías. Un cuarto de entrada 8.045 espectadores según la empresa).
Toros, por este orden, de Partido de Resina, sin fuerza; Samuel Flores, desrazado; Victoriano del Río, obediente aunque descastado; Peñajara, desfondado; José Escolar, noble y a menos; y Pedraza de Yeltes, bravo en el caballo y bueno en la muelta. De ofensivas caras todos en sus diferentes hechuras.
Serafín Marín, celeste y oro, dos pinchazos y estocada (palmas); y estocada trasera (silencio).
Rubén Pinar, azul pavo y oro, estocada atravesada y descabello (silencio); y pinchazo, media estocada y dos descabellos (silencio).
Gomez del Pilar, canela y azabache, pinchazo, aviso, dos pinchazos, estocada y aviso (ovación); y estocada desprendida delantera, aviso y descabello (ovación).
Incidencias: Los banderilleros Marcos Prieto y Diego Valladar saludaron una ovación tras parear al cuarto, con el que también se ovacionó al picador Antonio Peralta.