Alejandro Talavante: «Solo presto atención a mi intuición, no me importa lo que se dice mí»
Apuesta fuerte, serio y contundente con cuatro históricas tardes en la Feria de San Isidro, una de ellas con la corrida de Adolfo Martín
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Pisa Madrid con seguridad para la presentación de su gesta. Quedan dos meses. Se harán largos. O cortos, según se mire. Este San Isidro tiene nombre propio, el del regreso de Alejandro Talavante que, a pesar de ser de Badajoz, es torero de Madrid. Su apuesta no tiene fisuras. Cuatro tardes. Órdago isidril. Y entre tanto toro dos serán de la divisa de Adolfo Martín, muy del gusto de la afición y como el propio torero ha reconocido también del suyo.
¿Cómo surge la idea de cuatro tardes en esta plaza?
La idea viene cuando acabamos la corrida de año pasado en Arles, el día de la reaparición. Queríamos hacer algo diferente para mi regreso a los ruedos en España. Una idea que me parecía original y comprometida era anunciarme cuatro tardes en Madrid por San Isidro.
Hoy se presentan los carteles, pero también comienza la cuenta atrás. Madrid siempre se dice que pesa, ¿cómo se afronta una apuesta así?
Con mucha ilusión. Es la que me lleva a tomar este tipo de decisiones. Ahora disfruto cada día en el campo.
¿Por qué Adolfo?
Es una ganadería que me gusta mucho y decidí echarme también un toro en la reaparición de Arles. En el caso de Madrid, que me había apuntado a cuatro tardes, me parecía buena idea que una fuera de esa ganadería.
¿Qué espera que pase?
No lo sé. En lo que está dentro de mi mano saldré con la máxima motivación y con la idea de que queden cosas para el recuerdo. Pero voy de una en una. Centrándome en la primera tarde. Cada toro va a ser muy importante para mí.
¿Le ha costado estar tanto tiempo sin torear?
Sí, al principio no, pero luego lo he echado de menos y la idea que tenía era reaparecer en Madrid y he tenido que tener más paciencia.
¿Sirven para mejorar estos parones?
Hay una parte con la que nace uno, pero sí es verdad que desde la tranquilidad he podido seguir estudiando el toreo y veo mucho margen de crecimiento en mí. En este tiempo que he estado parado he podido crecer desde la paz.
Se han dicho muchas cosas de usted, entre ellas que iba a apostar por temporadas más cómodas...
Estoy al margen de lo que dicen de mí. Trato de guiarme por las cosas que me convencen o no me convencen o por las cosas que hablo con la gente que me rodea. Y si estoy convencido solo presto atención a mi intuición. No me importa mucho lo que se está hablando y si se hace es que algún interés hay.
¿Qué torero quiere ser?
Me gustaría sacar todo el potencial que tengo dentro. No es fácil porque depende de muchas circunstancias. Ese es mi único objetivo en la vida. Sacar todo lo que tengo dentro. Para mí vivir ahora consiste en eso.
¿Cuesta más o menos ahora hacer un esfuerzo en una plaza?
Torear bien es muy difícil y hacer un esfuerzo cuesta mucho no solo en el momento, sino el tiempo que pasa antes de que eso suceda el torero tiene que pensarlo y visualizarse muchas veces haciéndolo para que cuando ocurra salga de manera natural. Es complicado.
¿Qué ha pasado con Sevilla?
Desafortunadamente no voy a poder estar. Mi ilusión era torear en San Miguel, pero la empresa me imponía una norma que hacía muy difícil mi contratación.
¿Qué idea tiene para el resto de temporada?
Ahora mismo solo estoy centrado en mis tardes de Madrid y el resto de temporada está en manos de mi apoderado (José Miguel Arroyo, «Joselito») e irán saliendo los carteles que estamos cerrando.
¿Le quita el sueño?
No. A día de hoy trato de disfrutar de toda la preparación que tengo que hacer antes de estar aquí.