Vía Rusadir, el primer Camino de Santiago africano: 972,09 kilómetros
Melilla despedirá a los peregrinos cuando comiencen su camino hacia la catedral compostelana


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El apóstol Santiago, omnipresente en Melilla con numerosas imágenes y referencias, sumará este miércoles una más, quizá de las más especiales: una nueva ruta del Camino de Santiago, la Vía Rusadir, la primera que pasa por el continente africano.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, será el encargado de inaugurarlo este miércoles junto a su homólogo melillense, Juan José Imbroda, que verá materializada años después la idea que tuvo, en la que su Gobierno lleva trabajando alrededor de nueve meses.
Así lo ha explicado en declaraciones a EFE el presidente de la Fundación Melilla Monumental, Francisco Díaz, que muestra orgulloso el sello con el que se estamparán las credenciales de los peregrinos que quieran utilizar la Vía Rusadir y que, al igual que esta ruta, será un tanto especial: un lacre rojo con las banderas de Melilla y España.
“Se podía hacer más sencilla, pero hemos optado por la más bonita”, señala Díaz desde el faro de Melilla la Vieja, la sede de la entidad pública que preside, que será donde los peregrinos tendrán que ir a sellar a partir del jueves. Precisamente la silueta del histórico faro protagoniza el lacre, que tiene forma de concha de vieira, el símbolo del Camino.
Pero el punto de partida de la Vía Rusadir está unos metros más abajo, en la Capilla de Santiago, única de estilo gótico en África, de cuya bendición tras su restauración se cumplirán este miércoles 60 años.
Situada en el recinto amurallado de Melilla la Vieja, esta capilla despedirá a los peregrinos cuando comiencen su camino hacia Santiago de Compostela, un recorrido de 972,09 kilómetros, tal y como refleja uno de los míticos mojones de piedra que van guiando a los peregrinos a modo de cuenta atrás, que ha llegado desde Galicia.
Con su concha peregrina y la flecha amarilla indicando hacia la izquierda, el hito kilométrico va a estar colocado en la Puerta de Santiago, una de las más emblemáticas y fotografiadas de Melilla la Vieja. Ahí, con vistas a la espectacular Ensenada de los Galápagos, se empezará a vislumbrar la Vía Rusadir, con la que Melilla cree que puede sumar otro atractivo para su difusión turística.
“Salir desde Melilla también tiene sus cosas bonitas, que la gente compruebe que aquí hay imágenes de Santiago y tenemos la capilla gótica. Los turistas van buscando siempre esa cosilla diferencial”, apunta Francisco Díaz. Pero esta Vía Rusadir también será para los melillenses; cerca de 1.400 han peregrinado hacia la capital gallega en los últimos diez años, según la estadística oficial.
La inauguración de la Vía Rusadir coincidirá, además, con el 250 aniversario del Levantamiento del Sitio, cuando Melilla conmemora el final del asedio más largo e importante de su historia por las tropas del sultán Sidi Mohamed Ben Abdallah, que la población resistió durante 100 días.
El presidente de la Xunta eligió esta fecha entre las varias que había sobre la mesa para viajar a Melilla, inaugurar el primer Camino de Santiago africano y participar en los actos institucionales del Levantamiento del Sitio más tradicionales, como son la ofrenda floral ante el monolito del mariscal Juan Sherlock y la misa de acción de gracias.
Para Francisco Díaz, “es un dato a tener en cuenta” que la Vía Rusadir empiece a ser una realidad el 19 de marzo. “Siempre decimos que Melilla forma parte de la historia de España y con esto creo que damos otro saltito más”, argumenta.
Aunque no es el único resto gótico en África, la capilla de Santiago, con su preciosa bóveda de terceletes y una especie de reflejo especular que se introdujo en el suelo en los años 90, sí es la única de este estilo en todo el continente.
Pero su importancia, como precisa a EFE el cronista oficial de Melilla, Antonio Bravo, radica en que “se encuentra intacta” después de casi 500 años, ya que fue construida a mediados del siglo XVI para que los habitantes de la ciudad rezaran al salir o al entrar de la ciudad.
Según Bravo, ocurrió durante la gran reforma del recinto amurallado a cargo del ingeniero Miguel de Perea, en la que el maestro mayor de obras Sancho de Escalante desplegó sus conocimientos técnicos para crear una capilla gótica “inédita” cuando este estilo ya no estaba en boga, en tiempos de pleno Renacimiento.
Santiago Apóstol ganaría así protagonismo en las murallas melillenses con una majestuosa puerta y una capilla que siguen llevando su nombre, y que hoy en día son dos puntos emblemáticos de Melilla la Vieja, ahora con mayor protagonismo como punto de partida de la Vía Rusadir.
El historiador melillense José Luis Blasco sitúa como año probable de la creación de la capilla en 1551 en una crónica cultural publicada en 1993 en el desaparecido periódico 'Telegrama' de Melilla, titulada 'El camino de Santiago comienza en Melilla'. Ya entonces, hace más de tres décadas, se hablaba de lo que este miércoles será una realidad oficialmente.