El abogado que ajusta cuentas con la justicia en sus libros

Para informarse sobre el sistema legal inglés nada mejor que «El juicio», una novela de abogados de Rob Rinder, que además de abogado criminalista es una figura popular de la televisión desde que inició el «reality» de juicios «Judge Rinder», seguido de «The Rob Rinder Veredict» en Channel 4. En esos espectáculos se recrea en el plató la sala de una audiencia. En 2023 presentó su primera novela, la mencionada «El juicio», protagonizada por Adam Green, pasante de un importante bufete que debe demostrar su valía en competición con otro colega. La obra de Rob Rinder sigue el estilo de las novelas amables de misterio de Agatha Christie, una variación ingeniosa del relato corto «Testigo de cargo» (1948). Esta intriga criminal, además de seguir el género legal, noveliza sus experiencias como pasante, las conflictivas relaciones con su tutor, al que dibuja con todos los vicios del abogado ambicioso y al pasante con las virtudes del joven idealista que aprende amargas lecciones de vida. O sea, una novela de aprendizaje.

Debe reconocerse que Rob Rinder domina la narración de la intriga legal, su puesta en escena y los personajes que pululan por la Audiencia. Poco importa su escasa espesura, porque Rinder los maneja como piezas funcionales de la narración, ajeno a su previsibilidad. Se nota que Rinder es novato, porque además de urdir una interesante intriga quiere rememorar su pasado como «barrister» en prácticas y ajustar cuentas con abogados y «solicitors» del bufete. No faltan las diatribas sobre si se hace justicia en este caso, en el que el asesino parece culpable y el policía, envenenado con ácido botulínico, es un dechado de virtudes. En «El juicio» se repite que «tenemos un sistema jurídico, pero requiere trabajo convertirlo en un sistema de justicia». Rinder ha escrito una novela ligera que se lee con la facilidad con que se ve una teleserie de juicios hasta que se enreda en situaciones melodramáticas inverosímiles que dejarán al lector ojiplático.