"Free Palestina": a juicio el hombre que acuchilló a Salman Rushdie
Las cámaras de televisión y teléfonos móviles estaban prohibidas dentro de la sala donde Hadi Matar se ha sentado con su equipo de defensa formado por cinco personas
Nueva York Creada:
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«¡ Free Palestine!», «¡Palestina libre!». Son las palabras que ha lanzado Hadi Matar, el joven acusado de intentar asesinar al escritor Salman Rushdie nada más entrar en la sala del tribunal donde ayer arrancaba el juicio contra él. Matar enfrenta cargos de agresión e intento de asesinato, y se destino está en manos de las 12 personas que conforman el jurado popular. La primera audiencia se ha dedicado a que ambas partes expusieran sus argumentos iniciales, con los abogados de la defensa tratando de retrasar el proceso porque uno de los letrados estaba enfermo.
El juez se ha negado asegurando que era consciente de sus problemas de salud y que «esto debería haberse anticipado». El proceso se está celebrando en una pequeña localidad de apenas 1.000 habitantes llamada Mayville, al norte del estado de New York. Allí se encuentran los juzgados que corresponden al condado de Chautauqua, donde ocurrieron los hechos el 12 de agosto de 2022 a las 10:45 de la mañana hora local (4:45 pm en la península española), cuando Rushdie, de 77 años, se disponía a dar una conferencia y fue atacado por Matar con un cuchillo sobre el escenario.
La tranquilidad del lugar se ha visto alterada por la llegada de decenas de medios de comunicación, nacionales e internacionales que querían ser testigo en primera persona de cómo se desarrolla este juicio de unos hechos que dieron la vuelta al mundo y sacaron a miles de personas a las calles en nombre de la libertad de expresión. Las cámaras de televisión y teléfonos móviles estaban prohibidas dentro de la sala donde Matar se ha sentado con su equipo de defensa formado por 5 personas, y ha escuchado el relato de la Fiscalía expuesto por el letrado público Jason Schmidt, quien ha descrito minuciosamente como el acusado, el día de autos, se acercó al escenario donde estaba sentado Salman Rushdie.
El joven llevaba la cara cubierta con una mascarilla oscura y sostenía con una mano una mochila que dejó caer al suelo, mientras con la otra descubría un objeto que hasta entonces había escondido y «aceleró rápidamente» hasta donde estaba su objetivo, Salman, que se encontraba de espaldas al atacante sin ni siquiera imaginar lo que estaba a punto de ocurrir. La agresión se produjo en la Institución Chautauqua, en un centro educativo con más de 150 años de antigüedad, con un aforo de 4.000 asientos, y en medio de varias medidas de seguridad porque allí se iban a dar cita «científicos, autores, educadores y artista notables reconocidos por sus contribuciones» y exiliados que habían sido perseguidos por su trajo. «Sin dudarlo, y de manera muy deliberada y con fuerza», un ataque tan repentino que incluso la propia víctima tardó en reaccionar, el detenido hundió el cuchillo que sostenía en Rushdie, «una y otra vez» hiriendo al escritor en la cabeza, la cara, la garganta, el abdomen y los muslos, relata el fiscal.
Henry Reese, el hombre sentado frente a Salman en el escenario trató de detener el ataque y también salió herido, al igual que otros miembros de la audiencia que quisieron frenar el ataque. La policía llegó a la escena del crimen y detuvo a Matar, pero el daño ya estaba hecho. «Si el hospital no hubiera estado equipado para atender traumatología probablemente no se habría salvado la vida del señor Rushdie», dice Schmidt. Al cierre de esta edición, el proceso estaba centrado en la elección de los testigos que pasarán por el estrado.