Cantona y Liam Gallagher, rivales en el fútbol, juntos en un videoclip
La leyenda del United protagoniza “Once”, el nuevo videoclip de Liam Gallagher, forofo del Manchester City, su eterno rival
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El rock & roll está por encima del fútbol, parecen decirnos. Eric Cantona, exdelantero del Manchester United, ha sido coronado «The King» en el nuevo videoclip de Liam Gallagher, mancuniano y seguidor irredento del Manchester City. Y, sin embargo, no resulta tan extraño que el hosco rockero haya elegido a un futbolista cuya jugada más memorable fue una patada voladora a un aficionado que le increpaba. Este no es el espacio para glosar las múltiples virtudes de la carrera futbolística de francés, sino para comprender que la simbiosis entre aficionados rivales es posible si media una misma actitud ante la vida, preferentemente dominada por la mala leche.
Según parece, Cantona se grabó a sí mismo cantando «Once» uno de los temas del último disco de Liam Gallgher y éste le llamó para hacerle protagonista del videoclip de la canción. En él, el exjugador aparece en batín y gayumbos recorriendo su mansión mientras Liam le sirve vino, sostiene su copa y le sirve de chófer de su Rolls Royce.
En los cuatro minutos que dura el plano secuencia, Cantona cambia el batín por una capa y se ajusta una corona. Un letrero recuerda al final que él es «The King». Precisamente este año se cumplen 25 de la célebre patada del delantero que le costó una suspensión de época: nueve meses sin jugar. «Debería haberle dado más fuerte. No puedo arrepentirme», dijo recordando los hechos con la misma bravuconería que los Gallagher se odian públicamente en redes. Las razones del jugador para semejante coz al aficionado del Crystal Palace es que, éste, parece ser, le dijo: «Vete a tu país, bastardo». En la Inglaterra del Brexit hay cosas que no suceden de un día para otro. Según reveló el hincha, aquel suceso le costó el trabajo y unas cuantas amistades, ya que las semanas, meses y años siguientes la prensa comenzó a seguirle y a investigarle y le descubrieron simpatías con grupos de ultraderecha.
Y si hay un músico capaz de lanzar una patada de kung fu incluso contra uno de sus propios aficionados, lleva Gallagher en el apellido. Por eso, Liam ha asegurado estar «absolutamente encantado» de su experiencia junto al delantero de los Diablos Rojos, al que definió como «el último futbolista de rock & roll». El cantante, de 47 años, no quiere mirar al pasado con amargura, como dice una de las canciones más emocionantes de Oasis, pero el año pasado, cuando le pidieron que hiciera memoria futbolística, maldecía sus recuerdos de los 90, cuando Cantona y Alex Ferguson masacraban a los «citizens». «Arruinaron mi vida en los años 90», confesaba en una publicación especializada.
En sus redes sociales, el francés titulaba la colaboración: «Cuando dos leyendas de Manchester se encuentran». Por cierto que, por muy furibundos «hooligans» que puedan parecer los hermanos cantantes (y el Bernabéu sin ir más lejos ha sido testigo de sus poco refinadas maneras), esta no es la primera vez que un icono del equipo rival aparece en sus trabajos. En la portada de su álbum de debut, «Definitely Maybe» aparece una fotografía en el ángulo inferior donde se ve a un futbolista cabizbajo. Es George Best, leyenda del United. Lo que parece claro es que es más fácil para un Gallagher reconciliarse con el eterno rival deportivo que hacer las paces con su propio hermano.