Espacio

Despega definitivamente la guerra entre millonarios espaciales

Blue Origin y Space X compitieron por los titulares con un doble lanzamiento y, a falta de uno, ya tenemos dos supercohetes reutilizables.

Hoy, 16 de enero de 2025, será recordado como un hito en la exploración espacial y como un capítulo más en la tensa rivalidad entre SpaceX y Blue Origin. A las 8:03 de la mañana y a las 23:37 (hora peninsular) despegaron respectivamente los cohetes de Elon Musk y Jeff Bezos. Las misiones han sido un éxito (a medias), marcando un momento que subraya tanto los avances tecnológicos como el futuro de la exploración espacial. Porque las fricciones entre estas dos empresas están creciendo, disputándose la atención de una NASA que parece más proclive que nunca a favorecer a Space X.

El primer vuelo orbital de New Glenn

Desde el histórico Complejo de Lanzamiento 36 en Cabo Cañaveral, el New Glenn, un imponente cohete de 98 metros de altura, surcó el cielo en su primer vuelo de prueba. Con siete motores BE-4 y un diseño que promete hasta ocho lanzamientos anuales, logró colocar un prototipo de satélite en órbita alta. Sin embargo, el booster de la primera etapa no consiguió aterrizar en la barcaza programada en el Atlántico, algo que Blue Origin calificó como un "objetivo secundario".

El propio Bezos ha reconocido que era demasiado ambicioso esperar que lograran aterrizar sano y salvo su cohete en la primera prueba. Así que, a pesar del revés, este éxito parcial representa un paso firme para la compañía de Bezos, que busca posicionarse como un actor principal en la industria de transporte orbital. De hecho, New Glenn cargaba el Blue Ring Pathfinder, un proyecto clave para la logística orbital desarrollado con el apoyo de la Unidad de Innovación en Defensa de EE.UU.

Starship: el caballo de batalla de SpaceX

Unas horas después, en Boca Chica, Texas, SpaceX volvió a demostrar su dominio con el lanzamiento del Starship, el cohete más grande y potente jamás construido, con 121 metros. Este séptimo vuelo de prueba incluyó el aterrizaje de la primera etapa (Booster 14, o B14) con los brazos de la torre y la evaluación de nuevas capacidades de reentrada reutilizable. Así pues, a pesar de haber perdido la nave S33 (con su contenido a bordo), SpaceX sigue consolidando su liderazgo, no solo en la reutilización de cohetes, sino también en la obtención de contratos clave con la NASA, como las primeras dos misiones lunares del programa Artemis.

Un pulso con historia

La competencia entre Musk y Bezos no es nueva. Desde los primeros días de Blue Origin y SpaceX a principios de la década de 2000, ambos magnates han competido por la supremacía en el espacio. Esta competencia alcanzó uno de sus momentos más tensos en 2013, cuando SpaceX ganó los derechos exclusivos de la plataforma de lanzamiento 39A en Florida, una decisión que Blue Origin intentó bloquear sin éxito. En 2015, SpaceX marcó un hito con el primer aterrizaje exitoso de un cohete reutilizable, dejando atrás a Blue Origin, que había realizado una hazaña similar semanas antes, pero con menor relevancia técnica.

Desde entonces, Musk no ha dudado en criticar abiertamente los lentos avances de Blue Origin, llegando incluso a burlarse de Bezos en 2019 con la famosa imagen modificada del cohete de Bezos donde, en lugar de “Blue Origin”, el magnate sudafricano escribió "Blue Balls". Dos años después, la rivalidad escaló a los tribunales, cuando Blue Origin demandó a la NASA tras perder el contrato del módulo de aterrizaje lunar del programa Artemis. Demanda que fue desestimada en 2022, dejando al jefe ejecutivo de Amazon en una situación “comprometida”.

Un futuro incierto

La dualidad entre ambas empresas plantea un debate en el sector espacial. Por un lado, la competencia ha impulsado la innovación y reducido los costos de acceso al espacio. Por otro, figuras como Jared Isaacman, un aliado de Musk y ahora al frente de la NASA, han cuestionado la lógica de subcontratar a dos empresas rivales para misiones similares, argumentando que concentrar recursos en un único proveedor sería mucho más barato para la NASA.

Pero no solo están en juego los presupuestos de la NASA, lo está la posibilidad de que el sector espacial privado se constituya como un monopolio. Bezos y Musk se disputan el dominio de un nuevo mercado orbital,la explotación de recursos espaciales y, en última instancia, la capacidad de moldear el futuro de la humanidad más allá de la Tierra.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Es pronto para dar por vendido el pescado en una empresa de este calibre y, aunque Blue Origine vaya algo a la zaga y tenga complicado asegurarse un futuro en la NASA, es posible que antes o después cambien las tornas.

REFERENCIAS (MLA):

  • Blue Origin. New Glenn. Blue Origin, https://www.blueorigin.com/new-glenn. Accessed 16 Jan. 2025.
  • SpaceX. Starship Flight 7. SpaceX, https://www.spacex.com/launches/mission/?missionId=starship-flight-7. Accessed 16 Jan. 2025.