Salud
Las bacterias respiratorias "apagan" el sistema inmune para sobrevivir
“Este es un comportamiento poco común que muchas otras bacterias no poseen”, señalan los autores de un reciente estudio.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año un cuarto de millón de personas mueren por enfermedades respiratorias provocadas por bacterias. El sector más vulnerable es el de los 55 a los 74 años. A nivel mundial se registraron más de 17.000 millones de casos de infección de las vías respiratorias altas, según un estudio de 2019 publicado en The Lancet. Y las cifras han aumentado.
Con el objetivo de trabajar en la prevención de este tipo de enfermedades y conocer mejor al “adversario”, un equipo de científicos de la Universidad de Queensland ha identificado cómo una bacteria común puede manipular el sistema inmunológico humano durante infecciones respiratorias y causar enfermedades persistentes. Los resultados se han publicado en Plos Medicine.
Los autores, liderados por Ulrike Kappler, analizaron los mecanismos de virulencia de Haemophilus influenzae, una bacteria que desempeña un papel importante en el empeoramiento de las infecciones del tracto respiratorio.
“Estas bacterias son especialmente dañinas para los grupos vulnerables, como aquellos con fibrosis quística, asma, los ancianos y las comunidades indígenas – señala Kappler -. En algunas afecciones, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pueden empeorar drásticamente los síntomas. Nuestra investigación muestra que la bacteria sobrevive esencialmente apagando las respuestas inmunes del cuerpo, induciendo un estado de tolerancia en los tejidos respiratorios humanos”.
De acuerdo con el estudio, la bacteria tenía una capacidad única para comunicarse con el sistema inmunológico. Y desactivarlo, convenciéndolo de que no existía ninguna amenaza. Para llegar a esta conclusión, el equipo de Kappler, preparó tejido nasal humano en el laboratorio, lo hicieron crecer para que se pareciera a las superficies del tracto respiratorio humano y luego controlaron los cambios en la expresión genética durante una “infección” de 14 días.
Lo que descubrieron fue una producción muy limitada de moléculas de inflamación a lo largo del tiempo, algo que normalmente se producirían pocas horas después de que las bacterias infectaran las células humanas.
“Luego aplicamos Haemophilus influenzae tanto vivo como muerto, demostrando que las bacterias muertas causaban una rápida producción de agentes inflamatorios, mientras que las bacterias vivas lo impedían – añade Kappler -. Esto demostró que las bacterias pueden reducir activamente la respuesta inmune humana”.
Los resultados muestran cómo Haemophilus influenzae puede causar infecciones crónicas, esencialmente viviendo en las células que forman la superficie del tracto respiratorio.
“Este es un comportamiento poco común que muchas otras bacterias no poseen – afirma el coautor Peter Sly -. Si la inmunidad local cae, por ejemplo, durante una infección viral, las bacterias pueden tomar el control y causar una infección más grave”.
Los hallazgos conducirán a nuevos tratamientos para prevenir este tipo de infecciones, ayudando al sistema inmunológico a reconocer y matar estas bacterias.
“Buscaremos formas de desarrollar tratamientos que mejoren la capacidad del sistema inmunológico para detectar y eliminar el patógeno antes de que pueda causar más daño”, concluye Kappler.