Ripoll

¿Qué está pasando en Ripoll? Sílvia Orriols, contra las cuerdas

La alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana perdió una moción de confianza y ahora la oposición está en una cuenta atrás para formar un gobierno alternativo

RIPOLL (GIRONA), 23/01/2025.- La alcaldesa de Ripoll Silvia Orriols se somete a una cuestión de confianza, este jueves en el ayuntamiento de la localidad gerundense. EFE/Siu Wu
Cuestión de confianza a la alcaldesa de Ripoll, Silvia OrriolsSiu WuAgencia EFE

Cuando el 28 de mayo de 2023 la Aliança Catalana de Silvia Orriols era la fuerza más votada en las elecciones municipales de Ripoll para, poco después, convertirse en alcaldesa del municipio por la falta de entendimiento entre la candidata de Junts y el candidato de ERC. Era la primera vez que un partido independentista pero que hacía una enmienda a la totalidad del procés y de los partidos “procesistas” se hacía con una alcaldía. Además, sus fuertes posiciones contra la inmigración, la islamización y el islam, que le hicieron ganar el apodo de “el Vox independentista”, hicieron rápidamente que sus adversarios políticos tildasen a Orriols de “xenófoba”, “racista” y de ser de extrema derecha.

Esta poca simpatía despertada entre el resto de fuerzas políticas no le ha salido gratis. Y es que desde el primer momento AC ha estado gobernando en minoría (6 regidores de un total de 17 que tiene el consistorio de Ripoll). Además, no ha tenido apoyo de las otras fuerzas para casi ninguna medida. Sin embargo, lo que ha hecho que todo explote y que, a día de hoy, Orriols haya perdido una moción de confianza y se esté negociando un gobierno alternativo, ha sido la falta de apoyos para sacar adelante los presupuestos municipales.

Sin apoyos

Ya en 2024 las cuentas habían sido prorrogadas por el cordón sanitario que, desde un primer momento, todos los grupos de Ripoll le hicieron a AC. Ante eso, Orriols se preparó para negociar las de 2025. En un primer momento pareció que ERC y Junts estaban dispuestos a abstenerse a cambio de ciertas condiciones, pero rápidamente desde la formación republicana impusieron a sus regidores el veto a las cuentas.

Hicieron lo propio desde Junts. Cierto es que, a diferencia de ERC, la dirección del partido no impuso una decisión a los regidores, pero estos decidieron votar en contra, siendo que su voto a favor hubiera bastado para alcanzar la mayoría absoluta con los de AC.

Ante esa tesitura, Orriols tenía dos opciones: o prorrogar las cuentas actuales o someterse a una cuestión de confianza. Si Orriols no sacaba adelante la “confianza” de los otros regidores, las fuerzas de la oposición tenían un mes para sacar del Ayuntamiento a la líder de AC mediante una moción de censura antes de que pase un mes.

Sin confianza

La alcaldesa, viendo que era imposible aprobar las cuentas, declaró que “para perjudicar al gobierno de Aliança Catalana, los partidos de la oposición han decidido dejar a Ripoll sin presupuestos y, por tanto, sin viabilidad” para, además, anunciar que firmaría una moción de confianza.

El pasado jueves 23 de enero, pues, el Ayuntamiento de Ripoll tramitó la medida, una medida que Orriols perdió “por goleada”. Solo su formación votó a favor (6) y contó con los votos en contra de la oposición al completo: Junts (3), ERC (3), PSC (2) y Som-hi Ripoll (1).

Ante esta situación, los grupos de la oposición tienen 30 días desde el 23 de enero para formar un gobierno alternativo, que requiere de la mayoría absoluta del pleno. En caso contrario, Orriols se mantendrá en el cargo y los presupuestos se aprobarían de forma automática, a diferencia de lo que pasó el año pasado, en que la alcaldesa optó por una prórroga en vez de aprobar nuevas cuentas.

Paralelamente, desde Junts per Ripoll emplazaron a los grupos de la oposición a "consensuar y mirar de hacer un gobierno de concentración" en la localidad gerundense al perder Orriols la moción de confianza y ante “la imposibilidad de llegar a consensos” de AC. Además, ven a Orriols incapaz de gobernar en minoría y de garantizar la estabilidad.

De momento, los contactos entre las fuerzas de la oposición ya ha comenzado. Eso sí, también son conscientes de que unas formaciones no tienen nada que ver con otra y que, de llegar a un gobierno de concentración, habría muchas discrepancias, y también sería muy difícil que una de las fuerzas gobernase en minoría con el apoyo externo de las otras.