
Curiosidades
El origen del carnaval más taurino, con el que no pudo ni la Iglesia ni la Guerra Civil
Unas fiestas declaradas de Interés Turístico Internacional que atraen cada año a decenas de miles personas

La localidad salmantina de Ciudad Rodrigo se encuentra desde ayer por la tarde celebrando sus fiestas del Carnaval del Toro, declaradas de Interés Turístico Internacional y únicas en España por cuanto combinan los disfraces y la alegría de don Carnal, con unos festejos taurinos de relumbrón, que atraen a decenas de miles de personas cada año hasta este municipio limítrofe con Portugal.
El tradicional "Campanazo" o chupinazo daba el pistoletazo de salida a estas celebraciones en la Plaza Mayor, reconvertida en coso taurino, para acoger los encierros y las capeas, al que seguía después un particular pregón en el teatro Fernando Arrabal a cargo del periodista Rubén Amón, quien hacía un alegato en defensa de la Fiesta Nacional y los toros, reivindicaba a los "irreductibles"taurinos y hacía un contundente llamamiento a la libertad, cuando decía que ésta no se negocia, sino que se defiende.
Este sábado se celebrará el festival con más renombre del Carnaval: la corrida que emplaza en Ciudad Rodrigo a figuras del toreo como Juan Ortega, Alejandro Talavante y un Enrique Ponce que ha elegido la localidad salmantina como parte de su gira de despedida.
Y, en materia de seguridad, cabe señalar que, por primera vez, habrá un pelotón del Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil para poder garantizar el orden público los días de más afluencia. Un refuerzo que se unirá a otros más habituales como a las patrullas de la Guardia Republicana de Portugal, que también recorrerán las calles en las fechas que se esperan más asistentes.
Los festejos se prolongarán hasta este miércoles, denominado de Ceniza, aunque la fiesta resurgirá nuevamente con fuerza dentro de una semana cuando las peñas y los vecinos vuelvan a juntarse para el Domingo de Piñata en el que los mirobrigenses dan cuenta con alegrí y entusiasmo de la carne de algunos de los toros que han sido lidiados y capeados en las fiestas, regados con un buen vino.

El origen de la fiesta
Pero dicho todo esto, ¿Cual es el origen del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo para que sean considerados los más antiguos del Reino de España?
Pues según algunos documentos que se conservan en el Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo, estos festejos ya se celebraban en el siglo XV, concretamente en el año 1418. Y en uno de esos papeles se habla de las rentas del concejal y se nombran por vez primera a las talanqueras que deben colocarse para cuando se corrieran los toros.
Además, en el Archivo General de Simancas existe otro legajo en el que se revela que durante el reinado de los Reyes Católicos, concretamente en el 1493. uno año después de la conquista de América, sus majestades, Isabel y Fernando, pidieron a las autoridades de Ciudad Rodrigo que no se gasten tanto dinero en sus fiestas y en los toros.
Y un poco más adelante, en el siglo XVI, se habla de fiestas con máscaras y toros en otros papeles.
Por otro lado, cabe señalar que existen distintas teorías que explican los orígenes de estas fiestas. Entre ellas una que dice que los vecinos aprovechaban el Carnaval para poder comer carne y beber alcohol en exceso antes del inicio de la Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza y termina en la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, y un periodo en el que la Iglesia no permite comer carne a los cristianos.
Otros testimonios apuntan a la tradición ganadera de esta zona de la provincia de Salamanca, con varias ganaderías de toro bravo, como origen de estas fiestas y que tengan un claro componente taurino.
Pero no es hasta el año 1732 cuando, según cuentan documentos de la época, se encuentran las primeras referencias a la celebración del Carnaval del Toro como tal en Ciudad Rodrigo.
Desde entonces, y salvo en 2021 por la pandemia del coronavirus, no han faltado jamás los toros, ni siquiera durante los años de la Guerra Civil del 1936 al 1939 del pasado siglo, .
Y eso que han pasado a lo largo de su historia por diversas situaciones que han complicado su desarrollo, como la grave crisis económica y social del siglo XVII agravada un siglo después por la Guerra de Sucesión e incluso prohibiciones, como la del Papado en el siglo XVI que prohibió que se pudieran celebrar festejos taurinos en plazas cerradas.
Pero estas cuestiones no pudieron con una fiesta muy arraigada entre la población que recuperó su esplendor a mediados del siglo XVIII con la corrida de toros anual.
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