Cultura
Miguel Delibes: académico en la “e”, periodista en EFE
El resultado fue la serie titulada “La vuelta a mi mundo en 80 folios”
Nada convencional. Su perfil no responde al de un autor de éxito, líder en ventas, leído en las escuelas y estudiado en universidades: prefirió siempre la pana y la cazadora sobre la chaqueta. Sólo fue académico en la silla ‘e’ y como periodista, Miguel Delibes se quitó la corbata en la Agencia EFE.
Fue a mediados de los ochenta, veinte años después de abandonar el periodismo con la dirección de El Norte de Castilla, cuando se calzó las botas, abrochó la cazadora, caló la gorrilla y empuñó el volante para analizar la incidencia que sobre el territorio y gentes de Castilla y León tuvo la entrada de España en el Mercado Común .El resultado fue la serie titulada “La vuelta a mi mundo en 80 folios”, publicada en EFE entre 1985 y 1986 y reunida poco después en “Castilla habla” (1986), “uno de los libros más periodísticos que escribió”, ha explicado este domingo a Efe el escritor José Delfín Val, Cronista Oficial de la Ciudad de Valladolid.
Apegado al terreno, siempre dijo Delibes que no se movía entre ideas sino que circulaba entre realidades que describía en novelas o transformaba en materia informativa como hizo con esta secuencia de artículos, “un gran reportaje de Castilla, más de carácter periodístico” que literario, ha añadido Val .”Inevitablemente, recordó sus viejos tiempos en el periódico, pero es algo que nos pasa a todos los periodistas cuando nos ponemos a escribir: no abandonamos ni la vena ni el estilo, no podemos prescindir de él, lo llevamos en la masa de la sangre”, ha precisado Val, quien inspiró a Delibes uno de los capítulos de la serie.
Es el dedicado a los alfares, en Arrabal de Portillo (Valladolid), una de las treinta y dos entregas de la serie donde Delibes funde los géneros de la entrevista, crónica y reportaje, infiltra dosis de ensayo y desliza artes literarias en descripciones preciosistas: un documento de sesgo etnográfico apenas treinta y cinco años después. Un cazador de avutardas, un castrador, un criador de palomas, un pastor, un agricultor, unas buscadoras de oro, un molinero y una comunidad de monjes, entre otros, fueron sus interlocutores, personas de carne y hueso con aroma a personajes de novela. Miguel Delibes entrevistó, como periodista sobrevenido para EFE, a la última generación de un mundo agrario en disolución.
”Era un poco reservón, no quería tener frentes abiertos. Tuve una amistad relativa con él. Nos llevábamos bien y le entrevisté varias veces para TVE, pero yo le conocí en 1960 porque me abrió las puertas de El Norte de Castilla donde le llevaba colaboraciones mecanografiadas para que me las publicara”, recuerda ahora sesenta años después.
La relación de EFE y Delibes, al margen de fructificar en uno de sus libros más elegíacos, se mantuvo siempre como cuando el 21 de abril de 1995, a través de la Delegación en Castilla y León, felicitó a la Agencia por la consecución del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, compartido con el filósofo José Luis López Aranguren, y que el 21 de octubre siguiente recogió el entonces presidente, Alfonso Sobrado Palomares.
”Viene a reconocer que sus periodistas trabajan con la independencia y verdad que son inapreciables en una agencia informativa. Mantener la independencia informativa hoy precisa de una gran entereza y dignidad, frente a tantas acechanzas interesadas en que la verdad no se conozca”, declaró a Efe desde Valladolid.
Años después, consciente de la dimensión y eco de la Agencia EFE, recurrió a ella, también a través de la Delegación en Castilla y León, para difundir un artículo de opinión (“¿Cruzada o guerra santa?”/ 18 de septiembre de 2001) en el que condenó enérgicamente los atentados de Nueva York ocurridos una semana antes. Advirtió y censuró asimismo una posible “represalia americana” a los mismos, lo que definió como “el segundo acto de la tragedia”.
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