La llaman la Nueva York de la Mancha y está a menos de tres horas de Madrid

Este título no es casualidad, ya que su imponente skyline de edificios industriales y viviendas de gran altura sorprende a quienes la visitan por primera vez. Se trata de Alcázar de San Juan, un municipio de la provincia de Ciudad Real que, además de su peculiar fisonomía urbana, es un destino con una rica historia y una oferta cultural y gastronómica de gran interés.

Alcázar de San Juan debe su apodo a la gran cantidad de edificios altos que destacan en su paisaje, algo poco común en las localidades manchegas, donde predominan construcciones más bajas y tradicionales. Este fenómeno urbanístico se debe en gran parte al crecimiento demográfico y económico de la ciudad durante el siglo XX, impulsado por su ubicación estratégica como nudo ferroviario y su desarrollo industrial.

Más allá de su curiosa apariencia, Alcázar de San Juan es una localidad con un pasado fascinante. Su historia se remonta a la época romana y, posteriormente, fue un enclave clave durante la Edad Media. Entre sus monumentos más destacados se encuentran el Torreón del Gran Prior, una fortaleza que data del siglo XIII, y la iglesia de Santa María la Mayor, donde, según algunas teorías, fue bautizado Miguel de Cervantes.

Además, la ciudad cuenta con una arraigada tradición vinícola y gastronómica, con platos típicos como las gachas, el pisto manchego y los excelentes quesos de la región. En sus alrededores, los visitantes pueden disfrutar de los bellos paisajes de la llanura manchega y de espacios naturales como las Lagunas de Alcázar, un conjunto de humedales de gran valor ecológico.

Ubicada a menos de tres horas de Madrid, Alcázar de San Juan es un destino de fácil acceso tanto en coche como en tren. La localidad cuenta con una de las estaciones ferroviarias más importantes de la región, con conexiones directas con la capital española y otras ciudades del país. En coche, se puede llegar a través de la autovía A-4 y la carretera CM-42.

Para quienes buscan una escapada diferente sin alejarse demasiado de Madrid, Alcázar de San Juan ofrece una combinación única de historia, cultura y una arquitectura que rompe con los tópicos de La Mancha, ganándose con razón su apodo de "La Nueva York de la Mancha".